El Ayuntamiento de Bigastro y la Diputación firmaron ayer el acta de replanteo de la obra de la primera fase del Plan Director de Evacuación de Aguas Pluviales del municipio. Las aguas superficiales con lluvias torrenciales que discurren por escorrentía por calles del casco urbano, en su mayoría, terminan en la avenida Tomás Villanueva. Y se evacuan hacia conexiones con azarbes y acequias de la huerta. En algunos tramos discurren por la cuneta de la carretera CV-95, a través de unos drenajes que no tienen capacidad para evacuar, lo que provoca inundaciones en este punto, también en bajos y viviendas. La obra, que comienza el 25 de febrero, tratará de limitar este problema.

El proyecto ha sido adjudicado a Construcciones Urdecon por 108.000 euros (IVA incluido) -la actuación se licitó por 124.000 y ofertaron una veintena de empresas al procedimiento abierto por la institución provincial.

Las obras comenzarán en la rotonda central de la calle Tomás Villanueva «pero se contemplará que se amplíe a toda esta vía», según indicó la alcaldesa Teresa Belmonte.