De Mirador de Torrevieja a secadero de algas. Esta inacabada estructura en la que invirtieron cientos de miles de euros a principios de la década pasada, al menos, servirá para algo ahora. El Ayuntamiento de Torrevieja ha dispuesto la explanada del parque sin terminar del Mirador de la Casilla como el secadero de las algas que a diario recoge el servicio de limpieza de playas. Este residuo debe permanecer durante unos días al sol antes de su transporte para su eliminación en una instalación autorizada por varios motivos: reducir su peso al evaporarse el agua -se queda en la mitad aproximadamente- con lo que se reduce el coste de eliminación; facilitar el transporte y evitar que el agua salada cause desperfectos en los vehículos.
El Ayuntamiento se ha visto obligado a improvisar un lugar de secado después de que el propietario de los terrenos en los que se hacía desde hace muchos años, en las proximidades del sector de La Hoya, indicara al municipio que debía buscar otro emplazamiento. El área de Aseo Urbano, que gestiona el alcalde José Manuel Dolón, ha probado distintas alternativas. Entre otras, la acumulación de las algas en una zona de la playa de Cabo Cervera, junto al litoral de La Mata. La dificultad para el acceso de camiones descartó este emplazamiento.
La opción del parque del Mirador de la Casilla tiene varias ventajas. Es un recinto parcialmente vallado -algo que se ha hecho durante este mandato-, junto a un retén de la Policía Local y está relativamente alejado de las zonas residenciales. El Mirador de la Casilla es un proyecto malogrado de anteriores gobiernos municipales. Comenzó a fraguarse en 1999 en el programa electoral del PP de ese año. Se aprovechó el vaciado del escombro del barranco de Torreblanca -que se utilizaba como vertedero ilegal- para apilarlo junto al Alto de la Casilla. El objetivo era configurar un mirador en forma de proa barco. La estructura de hormigón y algunos de los elementos de lo que iba a ser una gran zona de esparcimiento se concluyeron pero el proyecto se paralizó -ya se habían invertido medio millón de euros- y el recinto se fue degradando con los años. En 2008 los grupos de la oposición denunciaban ese deterior. El actual equipo de gobierno ordenó la instalación de la puertas para evitar accidentes de vecinos que usaban la zona para pasear a sus mascotas. En los presupuestos de este año aparece una partida para proyectar la recuperación de la zona verde -con permiso de las algas-.
Posidonia
Las playas de Torrevieja reciben anualmente cientos de toneladas de algas. En su mayoría Posidonia oceánica. Un indicativo de la excelente calidad de sus aguas que, sin embargo, no gusta al turismo, en especial, al nacional:todos los veranos reclama su retirada cuando se acumulan puntualmente por temporales. Se retiran a diario. Da igual la estación. Pese a que está demostrado que las algas en la orilla ayudan a evitar la erosión de la playa y retener la arena.
