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La Costa Blanca, un mar biodegradado

Un estudio desvela la acumulación de más de 20 kilos de basura por kilómetro cuadrado en los fondos marinos de Alicante

La Costa Blanca, un mar biodegradado

Los materiales plásticos son ya los residuos sólidos más abundantes en los fondos del Mediterráneo peninsular español. Es una de las conclusiones de la tesis que, elaborada por Santiago García Rivera, ha sido presentada esta semana en la sede torrevejense de la Universidad de Alicante (UA). Suponen alrededor del 30% (29,3%) de los materiales de desecho que se pueden encontrar en la plataforma continental mediterránea, y de ello cualquiera puede tener evidencia a simple vista y a pie de playa. Es otra de las derivaciones del consumo abusivo que se hace de este material en sociedades monopolizadas por los envases de un solo uso..

Las mayores concentraciones de plástico se dan en el Mar de Alborán, donde se han focalizado numerosas zonas cuya densidad supera los 20 kilos de estos compuestos por kilómetro cuadrado. También se da esa misma densidad en algunos puntos de las aguas de Torrevieja y frente a las costas de Alicante.

El plástico -en este caso de tamaño suficiente para ser arrastrado por las redes, sin cuantificar los microplásticos- sin embargo es sólo uno más de los tipos de residuos sólidos que se encuentran en el fondo de nuestros mares, alguno tan sorprendente (y tan abundante también) como el clínker ya que según la estadística elaborada por este investigador la presencia de cemento -principal componente del hormigón- en la superficie submarina supone el 28,4% de los residuos encontrados. Hormigón en el fondo del mar. Aunque su origen nada tiene que ver con la intensa actividad constructora que se desarrolla en tierra: es un residuo generado de la quema de combustible en las calderas de los barcos de vapor, que permanece pese a que dejaron de navegar a mediados del siglo pasado.

Los metales y el vidrio se pueden considerar también reyes de la basura marina (y submarina) entrando en el «ranking» de los cuatro primeros. En áreas como el Golfo de Alicante García Segura ofrece proporciones del 21% para los residuos de metal y del 19% en el caso del vidrio. Destaca en este caso que la concentración de basura va aumentando su densidad desde mar abierto hasta la costa alicantina, y especialmente en el litoral -hiperturistizado- se incrementa notablemente la presencia de plásticos y vidrios.

García Rivera comenzó a trabajar con este análisis de las basuras de los fondos marinos de Alicante en 2014, subraya que ha realizado un trabajo descriptivo «que podría tener continuidad» con el análisis de las causas de esta contaminación. Para este investigador torrevejense, que ha desarrollado su trabajo medioambiental realizando un seguimiento de los residuos que descargaban en puerto una veintena de embarcaciones, este tipo de actividad es precisamente una fuente de contaminación notable en todo el Golfo de Alicante.

Como fuente productora de residuos marinos la pesca causa el 29,16% de la basura encontrada, destacando la elevada proporción de plásticos con el 81,3% de los residuos (no hay que olvidar que los artes de pesca son de materiales sintéticos) y de metal (con el 17,2%). «Es más sencillo determinar el origen de los residuos de la pesca pero muy complicado conocer, por ejemplo, de dónde sale un quinto de cerveza», indica García Rivera.

Pesca recreativa

Pero lejos de estigmatizar esta actividad tradicional el autor destaca el considerable potencial que un tipo de pesca como la de arrastre tiene para extraer residuos del fondo del mar. Los propios y los del resto de fuentes de contaminación. Y aconseja el establecimiento de programas de retención permanente como medida efectiva para reducir los residuos que genera tanto el sector pesquero como otros relacionados con la náutica recreativa y la pesca deportiva que de la mano del desarrollo turístico comparten el espacio marítimo. La tesis apunta a que parte de la contaminación de origen marítimo en las aguas abiertas del Golfo de Alicante proviene de los barcos de pesca, de buques mercantes y en aguas costeras de los barcos de recreo que se amarran en los puertos deportivos y las marinas que proliferan en los municipios costeros.

Rivera es el segundo investigador que defiende una tesis en la sede de la UA en Torrevieja, afianzando la presencia de la institución desde un punto de vista científico, más allá de la constante labor cultural y académica que desarrolla desde que abrió sus puertas, en conexión con la sociedad de Torrevieja.

Lavadoras y bidones a 300 metros de profundidad

En los muestreos aparecieron desde botellas llenas de sidra, a barriles, bidones de aceite llenos de trapos o cubos de pintura a 300 metros de profundidad -con probable origen en los mercantes-. También lavadoras, frigoríficos y todo tipo de envases de vidrio.

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