Los huertos del palmeral de Orihuela acogieron ayer, a buen seguro, uno de los actos más protocolarios de su historia secular, que se remonta a la edad media islámica. Discursos, firmas, la reivindicación del poeta Miguel Hernández y declaraciones de intenciones, más o menos literarias, con rúbrica incluida. Mientras los árboles del segundo palmeral más importante de Europa, que describe una media luna junto a la sierra, esperan intervenciones contra el picudo, medidas contra las escombreras, cuidados, reposición de los ejemplares que caen por la edad y un plan director de gestión -ahora por fin, de cara a la cita electoral de mayo, en licitación-.
Representantes de las embajadas de Marruecos, Libia, Túnez, Sudán y Palestina y de ciudades del sureste español como Murcia, Ojós, Archena, Elx y Orihuela firmaron ayer en el Palmeral oriolano una declaración institucional a favor de la protección de los palmerales con motivo de las «I Jornadas Internacionales sobre el Legado Andalusí y la Ruta de los Palmerales del sureste español y norte de África». Escenario de los análisis y conferencias de especialistas investigadores de esa rica herencia cultural.
Uno de los principales puntos decálogo que se firmó ayer se compromete a «promover» ante distintos organismos el reconocimiento de la Ruta de los Palmerales del Sureste de España y Norte de África como itinerario cultural internacional. El decálogo en defensa de la palmera recoge también principios muy básicos como «el respeto a la palmera en toda su diversidad», la necesidad de proteger y restaurar la integridad de los palmerales o «establecer sistemas de sostenibilidad de los palmerales haciéndolos eficientes y favoreciendo su crecimiento».
También urge a «defender nuestra identidad, reconocernos en nuestras raíces y celebrar la diversidad».
Hermandad
El decano de los embajadores árabes, Musa Amer Odeh manifestó la necesidad de apoyar estas actividades que llevan a cabo las instituciones oficiales y de la sociedad civil en España y en el mundo árabe, «porque sirven para fomentar la hermandad entre nuestras naciones». Además, añadió que «nuestra presencia hoy aquí como representantes de países árabes, muestra nuestro apoyo para que haya una continuidad por parte de las instituciones de cooperación». El alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, calificó el encuentro de estos días y el decálogo como «histórico» y dijo que tiene la finalidad de plasmar «el compromiso para el cuidado y la puesta en valor de nuestros valiosos palmerales». El primer edil añadió que con estas jornadas ponemos un punto de inflexión hacia la cooperación y la promoción «industrial (sic) de nuestro territorio, y se abre así un gran escaparate de oportunidades que serán condicionantes del futuro de nuestros motores económicos, sociales y culturales».
Por su parte, el presidente de la Diputación, César Sánchez aseguró que el legado andalusí forma parte de nuestra historia y debemos ser capaces de poner en valor todo lo bueno que para nosotros ha supuesto en el mediterráneo y en el levante español».
Tras la firma, el acto finalizó con la muestra «El Palmeral en clave EADSO», a cargo de alumnos y profesores de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Orihuela.
Durante la mañana de ayer -con un impresionante despliegue de seguridad en el centro del casco urbano y en el propio palmeral-tuvo lugar en el centro cultural de la Fundación Caja Mediterráneo, la intervención de la profesora de la Universidad de Murcia, Pilar Garrido, que pronunció una conferencia «Del al-Andalus a la Orihuela actual: la simbología de la palmera», y se presentó una antología poética sobre la palmera y un recital poético a cargo de Soumia Abid Bridaa y Manoli García.
Hoy se inaugura la exposición «Arquitectura Andalusí, Espacios y Miradas»m y se realizará un recorrido por la Ruta Andalusí de Orihuela. A las 18.30 horas, también en el Centro Cultural de la Fundación CAM, el arqueólogo municipal, Emilio Diz, abordará«El legado Andalusí en Orihuela» y acogerá un recital de música Andalusí: «La Zambra morisca», interpretada por Suhail Ensemble.
