La inversión de 1.200.000 euros para consolidar y recuperar el castillo de Guardamar como un atractivo turístico ya no es solo un anuncio. El Ayuntamiento abrió el viernes pasado el plazo para recibir ofertas de las empresas interesadas en la adjudicación de las obras hasta el 7 de febrero. Buena parte de ese presupuesto se destinará a consolidar y reforzar los muros de esta fortaleza y derribar otros ajenos a su historia, algo que, según la memoria, hay que acometer de forma «urgente».

Pero también contempla una inversión importante en instalaciones que permitan disfrutar de este espacio que intramuros ocupa más de 12.000 metros cuadrados con pérgolas, mobiliario, videovigilancia e iluminación exterior e interior. El objetivo es conseguir que la antigua ciudad amurallada, cuna de Guardamar, se convierta en un referente patrimonial a nivel provincial, aumentar la oferta cultural y que sirva de foco de atracción a visitantes y vecinos que podrán descubrir, conocer y valorar el enclave. En este cerro vivía la mayor parte de la población de Guardamar hasta 1829, cuando un terremoto destruyó buena parte de la fortaleza y fue abandonada. El Ayuntamiento quiere cambiar la imagen del castillo, darle vida, recuperar su identidad y dignificarlo, también como el principal mirador de Guardamar hacia la huerta tradicional de la Vega Baja, la pinada, las dunas y el mar.

Las diferentes actuaciones arqueológicas llevadas a cabo desde 1982-fue adquirido por el Ayuntamiento en esa década- fijan su ocupación hasta época fenicia (mediados del siglo VIII antes de Cristo) aunque fue en época ibérica (siglos V-VII antes de Cristo) cuando el asentamiento tuvo una mayor relevancia con la existencia de un santuario. En esas excavaciones fueron hallados restos islámicos. También de época bajomedieval, cuando se estableció una fortificación cristiana. La realización de los trabajos de excavación permitirá descubrir y caracterizar el trazado de la muralla y la construcción renacentista, ahora oculta, que forman el cierre de la fortificación por el flanco oeste, y hacerla visible.

El Ayuntamiento aseguró en agosto que las obras comenzaban «en ese momento» con un plazo de ejecución de 18 meses. Pero ni se había iniciado el procedimiento de adjudicación.

El presupuesto está financiado con fondos aportados por el Ayuntamiento y el programa FEDER de la Unión Europea a través de la Generalitat. Este dinero se empleará en la protección, conservación y recuperación de este Bien de Interés Cultural. En el anuncio actual se habla de un plazo de obras más bajo: 10 meses.

Centro de interpretación

El proyecto prevé llevar a cabo esas reparaciones urgentes para garantizar «el correcto mantenimiento y la estabilidad de los elementos», usando tecnología 3D. También se harán excavaciones arqueológicas en una superficie de 2.237 metros cuadrados, en zonas no visibles.

La intervención permitirá disponer de una zona de servicios y de un centro de interpretación que estará dotado de recursos expositivos como paneles o audiovisuales que serán diseñados en función de los resultados de las excavaciones arqueológicas y de la documentación histórica conservada. En el proyecto que se está licitando en estos momentos no aparece el centro de interpretación. Los técnicos justifican la contratación en un solo lote por la estrecha vinculación y «sinergias» de las tareas arqueológicas y las arquitectónicas.