Antonio Hoyos «El Halcón» es tan bueno que consiguió convencer al público y al jurado para que le «compraran» turrones, pasadas ya las Navidades, por segundo año consecutivo. Este jiennense ganó ayer, y lo hizo también en 2018, el Concurso Nacional de Charlatanes «Ramonet» de Orihuela. Con su verborrea característica, unida a los chistes que siempre suman puntos, este charlatán vendía todas las tabletas de turrón, incluso de panizo, y otros dulces que cabían en una mochila por un precio muy asequible, y encima regalaba cada vez más y más... Es algo que convierte a este tipo de vendedores en los mejores, capaces de vender mantas a unos veraneantes en Torrevieja en pleno mes de agosto (como hicieron Ramonet y Mingorance).

Esta tradición del vendedor que es capaz de hacer que te lleves a casa un raro producto, que seguro ni necesites, se resiste a dejar de existir, afortunadamente. Ya no se encuentran tantos en los mercadillos, el lugar donde estos charlatanes dan rienda suelta a su arte, porque tener esa labia, lo es. Y su figura se reivindica cada año en el barrio oriolano de San Antón, gracias al siempre recordado Ramonet, que creó el Concurso Nacional de Charlatanes, el más importante del país.

La capacidad de convicción y la facilidad para hablar sobre un producto sin que ni siquiera se traben al hacerlo, es tal que los seis charlatanes que ayer concursaron sobre un escenario en la emblemática plaza de Ramonet consiguieron meterse al público en el bolsillo, también a los ocho miembros del jurado. Y todo a pesar de la lluvia. Además de «El Halcón», en el concurso participaron otros viejos conocidos del certamen, como el oriolano José Antonio Pastor «El Pajiso» que regaló camisetas, calendarios y tangas de mujer y que con su «batamanta» a punto estuvo de ganar, quedando, finalmente, en segunda posición. En tercer lugar quedó uno de los campeones de otros años, Kike Vázquez, de Elche. Por detrás, pero no en simpatía y labia, quedaron J.R. Junior «El rey del zumo» (José Francisco Pérez), el torrevejense José Luis Pérez «Mingorance» y Daniel Pérez «El Figura».

Todos dieron lo mejor de sí con su verborrea para conseguir vender desde singulares exprimidores hasta una herramienta para pelar frutas y verduras. El hijo de Ramonet, Hugo Gabín, volvió a organizar el concurso y destacó «la cantidad de cosas que han regalado, que ha puesto la plaza patas arriba» reivindicando la figura del charlatán «que debe luchar ahora contra los centros comerciales e internet, ganándose la vida en ferias y mercadillos».