La macacos japoneses que se encontraban en una situación caótica y de abandono en una finca de Guardamar del Segura llegaron ayer su nueva «casa», el centro Wales Ape Monkey Sanctuary de Reino Unido.

Estos animales vivían desde hace años en una finca privada que alberga una «colección particular» de animales de diferentes especies. Los macacos se encontraban en jaulas de captura minúsculas llenas de excrementos acumulados en el tiempo; todo un foco de infección y de condiciones higiénicas degradantes para la vida de los macacos. Ahora la Generalitat Valenciana tramita la revocación del permiso de esta instalación faunística como núcleo zoológico. La intervención se produce tras la denuncia de Proyecto Gran Simio por las condiciones en las que se encontraban los primates.

El edil de Medio Ambiente, Silvestre García, señaló ayer que «desde el Ayuntamiento hemos empleado mucho tiempo y dedicación para dar solución a una situación que correspondía igualmente a otras administraciones pero fundamentalmente a los propietarios del núcleo zoológico Petit Park de Guardamar cuya colaboración a sido nula». Según el edil, hace más de un año y medio que el Ayuntamiento está detrás de ese núcleo zoológico por las condiciones en las que se encuentran los animales, tanto por falta de habitabilidad, como de cuidados. «Antes de que surgiera la alarma al escaparse los monos, el pasado mes de marzo, desde el Ayuntamiento se consiguió retirar de este lugar tres grandes felinos, un puma, un lince euroasiático y un león». El Consistorio continúa tramitando expedientes sancionadores.