El grupo municipal socialista de Orihuela se queda desde ayer con solo 6 de los 8 ediles que iniciaron el mandato y así parece que seguirá hasta mayo, cuando hay elecciones municipales. Los concejales Antonio Zapata y Carmen Gutiérrez anunciaron ayer su paso a los no adscritos tras cursar su baja del PSPV-PSOE al sentirse «ninguneados» por la portavoz socialista y secretaria general del PSOE de Orihuela, Carolina Gracia. La falta de sintonía entre ambos ediles exsocialistas y Gracia era palpable desde hace ya tiempo y aumentó tras apoyar ambos a Isidro Grao como candidato a las primarias a la secretaría general del partido, que perdió en abril frente a Carolina Gracia. Gracia afianzó su liderazgo con esa victoria y Zapata y Gutiérrez tuvieron cada vez menos peso en el seno del partido, sobre todo el primero, que llegó a ser alcalde accidental por el PSOE en el anterior mandato, durante la baja por enfermedad de Monserrate Guillén (Los Verdes).

El detonante que ha causado la ruptura en el grupo socialista fue la decisión de la portavoz municipal de reasignar los salarios que reciben los concejales del grupo socialista en el Ayuntamiento, lo que ambos calificaron ayer de «falta de reconocimiento y de respeto a nuestro trabajo por parte de Carolina Gracia». Gracia solicitó al alcalde, Emilio Bascuñana, un cambio en las retribuciones que cobra su grupo (tres medias dedicaciones de 17.500 euros anuales cada una), pero solo en el caso de Carmen Gutiérrez, para que ésta pasara de cobrar 17.500 euros a 11.200 (6.300 euros menos) y que esa cantidad se sumase a los 17.500 euros de la dedicación que se va a destinar al edil entrante, Emilio Zaplana (en sustitución de Víctor Ruiz, que dejó el acta en noviembre), y éste pase a cobrar 23.800 euros anuales que fue la condición que puso para renunciar, temporalmente, a su sueldo como funcionario del Ayuntamiento de Orihuela, ya que su empleo público es incompatible con cobrar otra retribución. Los otros 17.500 euros los seguirá percibiendo la edil María García.

Una descompensación que ha provocado la marcha de Carmen Gutiérrez y de su compañero Antonio Zapata. Gracia justificó ayer esta reasignación que afectaba solo a Gutiérrez en la también «reasignación de responsabilidades en función del trabajo realizado hasta la fecha y las expectativas de nuevas tareas para estos últimos 5 meses hasta la elección del nuevo ayuntamiento, por lo que la decisión de reasignación de funciones y retribuciones no se ha realizado contra nadie, sino que se hace en positivo y en favor de una adaptación de la representación socialista en el Ayuntamiento de Orihuela a las nuevas necesidades y circunstancias del grupo socialista para los cinco meses que restan de trabajo de esta corporación», dijo Gracia, quien exigió a ambos que dejaran su acta de edil a disposición del PSOE.

Argumentos que no convencen a los ediles que se han marchado del grupo socialista. Carmen Gutiérrez, que era militante socialista desde 2013, señaló ayer a INFORMACIÓN que la decisión le ha costado mucho tomarla pero era la única «en la que mi dignidad quedara intacta». Gutiérrez quiso dejar claro que su salida «no es por dinero, porque ahora paso a trabajar desde los no adscritos sin cobrar, es simplemente por una falta de respeto y de ninguneo a mi trabajo», dijo, bastante dolida.

La edil explicó que se planteó a Carolina Gracia que se compensara la rebaja en las dedicaciones a partes iguales entre la de María García, la que cobra Gracia como diputada provincial (más de 60.000 euros anuales) y la suya para compensar el aumento que había pedido Emilio Zaplana (secretario de Igualdad del PSOE oriolano) como condición para coger el acta que dejó Víctor Ruiz. «Pero solo quería rebajarme a mí la retribución, por lo que entiendo que es una decisión arbitraria que no responde más que a un castigo por lo que ella calificó de mi deslealtad, ya que quién en su sano juicio va a pensar que va a trabajar a jornada completa por 500 euros al mes al mismo tiempo que el gobierno socialista sube el salario mínimo a 900, es que vaya tela», se quejó.

«Es una falta de consideración a mi trabajo, ¿es que no me merecía el sueldo que gano?», dijo Gutiérrez. «He hecho un trabajo digno con los oriolanos y voy a seguir haciéndolo hasta el final del mandato», indicó. En el comunicado remitido ayer a los medios por Zapata y Gutiérrez ambos indican que en los plenos seguirán «defendiendo lo que creamos justo para Orihuela», ya sin ataduras de partido por lo que podrán, o no, apoyar las mociones del PSOE.

Polémica en Facebook

La marcha de Gutiérrez y Zapata provocó ayer un enfrentamiento en Facebook entre este último y el exedil socialista Víctor Ruiz, compañeros de grupo hasta noviembre. Éste publicó que «lo único nuevo es que la deslealtad hoy se ha hecho pública, por razones económicas, lo que lo hace todavía más miserable. Orihuela vuelve a tener dos tránsfugas en su corporación y esta vez son dos exsocialistas».

Unas palabras que molestaron a Antonio Zapata que le respondió en esta misma red social que «es muy honesto, socialista y de izquierdas quitarle la mitad de asignación a una compañera para dárselo a otro por las mismas funciones» y añadió que «si por eso se me llama tránsfuga, lo soy, pero más socialista que tú y los compañeros a los que defiendes y que mantienen esa humillación (...) La próxima vez cuéntalo todo, y así vemos el nivel de todos y no solo el tuyo contando las cosas a mitad».