Nunca llueve a gusto de todos, dice el refrán, que se puede aplicar, sobre todo, tras unas obras de mejora en cualquier municipio; siempre habrá al que le guste y al que no. Eso mismo ha sucedido en Rojales con la reciente reurbanización de una de sus principales avenidas, la de Justo Quesada. El Ayuntamiento ha llevado a cabo los trabajos de reforma de la citada avenida, valorados en 237.622 euros y subvencionados íntegramente por la Diputación de Alicante, que han incluido la reforma de las aceras y el asfaltado del vial, y en los próximos días se acometerá el soterramiento de los cables de energía eléctrica y telefonía. Sin embargo, como suele pasar con tantos proyectos, ha habido modificaciones una vez iniciados los trabajos y la más polémica ha sido, sin duda, la tala de cuatro árboles plataneros de más de 25 años.
Las redes sociales no tardaron en criticar la eliminación de unos árboles que formaban parte del paisaje de esa vía. Tan grande ha sido el revuelo que el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, ha decidido plantar seis nuevos ejemplares de corta edad sin que estos tampoco estuvieran previstos en el proyecto. La oposición también ha criticado la reurbanización. El Partido Demócrata de Rojales (Pader) denuncia que las obras de remodelación no se ajustan al proyecto. El portavoz del Pader, Desiderio Aráez, reprochó la tala de los árboles «lo que motivó un gran aluvión de opiniones negativas a través de las redes sociales», señaló. El portavoz de la formación independiente también aprovechó para denunciar la tala de varias decenas de ejemplares de pinos de más de 60 años en el espacio natural de El Recorral, en la zona en la que la concesionaria de la gestión del servicio de agua potable, Hidraqua, está construyendo.
Tres carriles
Aráez criticó también que se haya decidido hacer tres carriles justo enfrente de un hipermercado, dos por sentido y un tercero que da acceso a esta superficie comercial. «Antes había tres carriles pero en el proyecto se decidió dejarlo en dos porque era absurdo y al final se ha hecho un acceso personal a ese comercio cuando no viene en el proyecto», indicó. Para el líder del Pader «en Rojales no vale para nada que se apruebe un proyecto, porque después se modifica y se hace lo que quiere el equipo de gobierno». Desiderio Aráez se mostró muy molesto con el cambio de alineación «que solo beneficia a una empresa privada», señaló.
Aráez también criticó que solo se haya llevado a cabo la reurbanización de un tramo de la avenida Justo Quesada, que comunica el campo de golf de la urbanización Ciudad Quesada con el centro urbano. «Esta obra solo es la mitad, la otra mitad de la calle está tan sumamente mal como estaba en su principio y lo lógico es que se hubiera mejorado entera», indicó a este diario.
La obra tuvo que terminarse el 10 de diciembre para que el Ayuntamiento llegara a tiempo de poder justificar la subvención de la Diputación y no perderla. Por ello, quedan algunos trabajos por hacer como el soterramiento de las líneas telefónicas y eléctricas, de lo que ya se ha dejado hecha la obra civil (los tubos). El alcalde del municipio, Antonio Pérez, restó importancia a las críticas y señaló que las modificaciones en el proyecto inicial como la tala de los árboles y la construcción del tercer carril frente al hipermercado están justificadas «por la dirección facultativa de la obra, que son los técnicos y el ingeniero del Ayuntamiento, que consideraron que en ese punto, frente al hipermercado, no solo debía haber dos carriles por sentido, uno hacia el campo de golf y otro al centro del municipio, sino también un tercer carril de acceso a esa superficie comercial». La Policía Local también realizó un informe señalando la necesidad de ese tercer carril para evitar que se interrumpiera el tráfico cada vez que un coche quisiera acceder al centro comercial. «Era necesario para mejorar la seguridad vial», zanjó el regidor.
Sobre la tala de árboles aseguró el alcalde rojalero a INFORMACIÓN que fue también decisión del ingeniero de obras del Consistorio porque era necesaria para ejecutar los trabajos «y ha sido imposible trasplantarlos y por ahí pasaban líneas telefónicas y eléctricas y las tuberías del agua y ahora se ha quedado una avenida preciosa, con una seguridad superior a la que había y una mejora para el tráfico y para los peatones, que es lo más importante». Pérez indicó que «no son caprichos del alcalde y el Pader cada vez que el gobierno hace algo que mejora el municipio le sienta mal y, mira, lo siento por ellos», concluyó.
