La Conselleria de Obras Públicas y Transportes ha decidido limitar la velocidad a 50 kilómetros por hora a lo largo de un tramo de cuatro kilómetros de la CV-905 en el término municipal de Torrevieja. La carretera, de cuatro carriles, es la principal vía de acceso a la ciudad desde la autovía Alicante-Cartagena.

La decisión es polémica. El vial tiene un promedio de uso diario de más de casi treinta mil vehículos según el aforo de 2017 de la Generalitat Valenciana. Con un uso mucho mayor en época estival. En especial para el turismo residencial procedente de Madrid y Castilla-León desde la A-31 y la autovía del Mediterráneo.

En ese tramo no existe una especial incidencia de siniestralidad. El trazado de la carretera, en su día denominada vía rápida, y duplicada hace más de dos décadas, no permite que los conductores alcancen grandes velocidades porque está cuajada de rotondas que dan acceso a las urbanizaciones como El Chaparral, San Luis, La Siesta, El Limonar, Parque Natural, Altos del Limonar o la zona comercial de Doña Inés, Habaneras y Carrefour. Las competencias a la hora de regular el tráfico, atender accidentes de tráfico e imponer sanciones son en casi todo el tramo en el que se ha limitado la velocidad de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico.

Pero este cuerpo no ha sido el que ha reclamado la limitación de velocidad -como sí ha hecho en otras zonas con especial incidencia de accidentes-.

Tampoco el Ayuntamiento de Torrevieja conoce la decisión de la Generalitat -que ha ubicado varias señalizaciones advirtiendo de la medida- ni habría sido consultado, según ha podido confirmar este diario.

La Policía Local solo tiene competencias sobre este vial entre la calle Orihuela y el acceso en rotonda ubicado a la altura de la jefatura y el Centro de Desarrollo Turístico (CDT). Las características del vial de gran capacidad, con dos carriles en cada sentido de la marcha, permitían que la velocidad estuviera limitada a 100 kilómetros por hora.

Sin embargo, desde el principio de esa ampliación ya se redujo a 80 kilómetros y 70 en todo el tramo y a 40 en las aproximaciones de las rotondas. En total son cuatro las glorietas que regulan cruces al mimo nivel y que cuentan además con pasos de peatones. El resultado de esta decisión es que por la CV-905, también conocida como carretera de Crevillent, ahora solo se puede circular a la mitad de la velocidad de la que en teoría, por las características de capacidad de la calzada, podría permitir.

Este diario intentó ayer recabar la versión vía telefónica y correo electrónico de la Conselleria de Transporte para conocer los criterios por los que se ha decidido restringir la velocidad. Las quejas no se han hecho esperar en redes sociales y algunos sitios web locales. En especial las realizadas por residentes de la comunidad de británicos que reside de forma mayoritaria en las urbanizaciones que jalonan la carretera, que la utilizan a diario y que quieren respetar de forma escrupulosa la normativa de tráfico y seguridad vial españolas. «Nos adelantan hasta las bicicletas que circulan por el carril bici», indicaba ayer una de esas críticas.

No es un tramo en el que se hayan producido accidentes graves en los últimos años aunque sí retenciones de tráfico, en especial en la zona más cercana al casco urbano, en la que la vía «adelgaza» y se convierte en una carretera de un solo carril por cada sentido de la marcha cuando supera en un puente la N-332 antes de transformarse en la calle Orihuela.

Movilidad

Esa prohibición de pisar el acelerador más allá de los 50 kilómetros equipara todo el tramo de la carretera a una travesía urbana -que además de dar acceso a la autopista también conecta Torrevieja y Rojales y la zona interior de Guardamar-.