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Para evitar el abandono de suelo agrícola

Catral inicia el primer banco de tierras de la Vega Baja para evitar el abandono de suelo agrícola

El Ayuntamiento hará de intermediario entre los propietarios de los terrenos sin explotar y los interesados en cultivarlos

Catral será el primer municipio de la Vega Baja en poner en marcha un banco de tierras agrícola. Se trata de una iniciativa para poner en contacto a aquellos propietarios de terrenos agrícolas en el municipio, no urbanizables, que, por diversos motivos, no quieren explotarlos, con aquellas personas que tengan interés en cultivarlos. En el acuerdo final no intervendrá la administración local, aunque se espera que la negociación entre ambas partes sea beneficiosa para los dos. Por un lado, los dueños de terrenos de carácter agrario que los tienen sin explotar evitarán ser multados por el Ayuntamiento por no tenerlos limpios y con un mantenimiento periódico, y, por otro, es una oportunidad laboral para quienes quieran iniciarse en el mundo de la agricultura.

La ordenanza municipal que regula el banco de tierras ya ha sido aprobada por el pleno del Ayuntamiento (con los 12 votos a favor de los ediles de Alternativa por Catral, PSOE y PP y la abstención de Cs) y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante para su exposición pública, que finalizará el 16 de diciembre, tras el plazo de 30 días dado para presentar reclamaciones. Una vez pasado este plazo entrará en vigor.

El Ayuntamiento pretende que este banco de tierras sea una herramienta dirigida a promover el uso racional de las parcelas rústicas con vocación agraria ubicadas en su término municipal en la búsqueda de su conservación a fin de evitar su abandono a través de la puesta en valor de los terrenos con aptitudes para la agricultura, con el propósito de frenar la pérdida de superficie agraria útil, también medioambientales y otros valores vinculados a la utilización racional de los recursos rurales dentro de los límites que establece la ordenanza. La iniciativa también pretende evitar la pérdida de bagaje cultural que supondría la interrupción en la transmisión a las futuras generaciones de los conocimientos de diferentes prácticas agrícolas a realizar en los diversos cultivos, tal y como establece la nueva ordenanza.

14.500 tahúllas

Catral es uno de los municipios de la comarca con más tierra útil para cultivo, con un total de 14.500 tahúllas (1.621 hectáreas) de terreno de regadío cultivable. Pero cada vez son menos los propietarios de terrenos que quieren seguir explotándolos de manera agrícola. Muchos de ellos han heredado esas tierras y ni tan siquiera residen en el municipio, como ha podido constatar el Consistorio, que ahora tiene la intención de hacer un censo de todas las tierras que hay sin cultivar en el municipio.

El alcalde de Catral, Pedro Zaplana (APC), explicó a INFORMACIÓN que «es una iniciativa bastante novedosa que va a permitir a quienes tienen terrenos sin explotar inscribirse en el Ayuntamiento para que los interesados en tener su pequeña parcela, su huerto ecológico para cultivar sus propios alimentos o en arrendar tierras puedan hacer uso de ellas, y el acuerdo final lo harán entre ellos, si negocian un alquiler o cualquier otro tipo de contraprestación». Zaplana señaló que se habían encontrado con el problema de muchos propietarios que habían indicado al Ayuntamiento que no están haciendo uso de esas tierras cuando les llega una notificación del Ayuntamiento amenazando con multas coercitivas por su estado de abandono y falta de limpieza. «Muchos de estos terrenos están tan abandonados que están llenos de maleza y hasta de escombros y basura lo que puede suponer un problema de incendios o de plagas».

Problemas agroambientales

El banco de tierras ya se ha puesto en marcha en algunos municipios de la provincia como Pinoso o Crevillent para evitar el abandono que se produce en terrenos rústicos y bancales si no se cultiva en ellos. «La creación de este instrumento puede animar a los propietarios de parcelas agrícolas abandonadas a su puesta en cultivo a través de terceras personas lo que, a medio y largo plazo, debería redundar en la atenuación de los problemas agroambientales que comporta el abandono de los campos, como la proliferación de plagas, la erosión del suelo, la degradación paisajística o los incendios, y así se puede contribuir al mantenimiento del paisaje agrario del término municipal», indicó el regidor catralense.

El Ayuntamiento de Catral solo actuará de intermediario entre los propietarios y los interesados en cultivar sus tierras, sin obtener ningún tipo de compensación económica, aunque le permitirá obtener un censo actualizado de los terrenos de uso agrario que hay en el municipio. Tras la aprobación definitiva de la ordenanza del banco de tierras, el alcalde emitirá un bando para darle publicidad y permitir que se apunten al mismo los dueños de tierras rústicas cultivables que las mantienen sin explotar.

La ordenanza señala que la inclusión en el Banco de Tierras Agrícolas de Catral no presupone la disponibilidad de recursos hídricos y su inclusión en él no tendrá ningún efecto sobre el régimen jurídico de las parcelas incluidas ni sobre el derecho de propiedad o gravámenes de las mismas. El Ayuntamiento se abstendrá de intervenir, orientar o asesorar acerca de las negociaciones entre los propietarios y los futuros cultivadores que deberán realizar un contrato de carácter privado fijando ellos mismos las condiciones. El listado con los terrenos que se ponen a disposición de los interesados en cultivarlos se podrá consultar en el Ayuntamiento, que nombrará a un equipo que se encargue del seguimiento técnico y de la evaluación de la iniciativa propuesta en la ordenanza.

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