El Consorcio Vega Baja Sostenible presentó ayer en Dolores el ecoparque móvil que empezará a circular el día 10 de diciembre y dará servicio a los 27 municipios de la comarca. Este es el primero de la red de ecoparques fijos y móviles que tendrá la entidad de gestión de residuos comarcal. Y es también su primera instalación real propia desde que se constituyó como tal en 2006. El Consorcio es un instrumento que debería haber tramitado durante estos últimos doce años, según la zonificación prevista en la ley de Residuos valenciana, la gestión de las basuras en toda la comarca para que dejara de depender de infraestructuras de otras comarcas, incluso de instalaciones ilegales -en su día el vertedero de Fenoll o la planta de Crevillent-. Este es el primer paso, muy discreto porque el volumen de residuos que asumirán estos ecoparques es residual en comparación con el total, para iniciar una gestión que se le sigue atragantando al Bajo Segura, la única comarca de la Comunidad que carece de infraestructuras básicas de reciclaje y valorización: plantas de selección de basuras y vertedero definitivo.

El objetivo global en el caso de los ecoparques es, según el Vega Baja Sostenible, llevar a cabo una estrategia de reciclaje que cumpla con las directrices marcadas dentro del Plan Integral de Residuos (PIR) y de la directiva marco de la Unión Europea en materia de residuos.

El ecoparque móvil -con apariencia de contenedor de grandes dimensiones «desmontable»- está provisto de contenedores, jaulas y recipientes de diferentes tipologías y dimensiones para los residuos: desde pilas, a móviles, pasando por radiografías o baterías de coches. Cuenta con depósitos para aceites vegetales, minerales y fluorescentes. También para tóner y cartuchos de tinta, pinturas y disolventes, pilas, medicamentos caducados, baterías usadas y aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Así hasta cincuenta tipos distintos de residuos para los que normalmente no se realiza selección en los contenedores convencionales de la calle.

La empresa Fobesa fue la adjudicataria del suministro del ecoparque móvil por un año por un precio de licitación de 150.000 euros durante un año -el presupuesto estaba previsto para 2017-. Su director general, Juan Pablo Mateo, explicó que el objetivo es acercar a todos los ciudadanos «la posibilidad de reciclar aquellos residuos domésticos que tienen dificultades para depositarse en contenedores».

Bonificaciones

El ecoparque móvil, indicó, permite incluso bonificaciones a los usuarios que reciclen o el cobro por residuos, según las políticas que se apliquen en el Consorcio -algo que, de momento, no va a estar operativo-, aunque este ecoparque móvil cuenta con la tecnología necesaria para que esos incentivos se lleven a cabo, mediante un registro de cada usuario con una tarjeta para cada uno de ellos y el control exhaustivo de los materiales reciclados.

El ecoparque tiene dos puertas laterales para la extracción de los contenedores plásticos interiores, así como una trasera donde se ubica el equipo informático de la estructura de interfaz con el usuario. Además cuenta con paneles fotovoltaicos que funcionarán de manera autónoma sin necesidad de conexión a la red eléctrica.

El presidente del Consorcio, Manuel Pineda, recordó que el ecoparque se adquirió gracias a una subvención de la Generalitat y que el objetivo es evitar «el contenedor gris» para ahorrar costes y abaratar el recibo de los residuos. A partir del día 10 de diciembre en la web del Consorcio, www. consorciovegabajasostenible.com se habilitará un apartado con el calendario de ubicaciones. Si está confirmado que acudirá al mercadillo de Torrevieja (viernes) y al de Orihuela (martes). Como suele ocurrir en las presentaciones del Consorcio hubo desembarco de alcaldes del PSOE y ausencia casi total de regidores del PP.