El colectivo Salvemos Lo Ferrís asegura que la lluvia torrencial del lunes «deja en evidencia un urbanismo que hace aguas. Se siguen viendo los destrozos en carreteras, viviendas y playas». En Ferrís, el palmeral con dunas protegidas por el Pativel, situado en el litoral sur de Torrevieja, señalan, el muro construido en la zona por los dueños de una parte del palmeral «ha causado enormes daños» en este paraje de «gran valor» ambiental, cultural, histórico y paisajístico.

Según las mismas fuentes el muro ha supuesto una contención para el cauce del agua, lo que ha provocado que se concentraran grandes cantidades alrededor del vallado. La presión hizo que la puerta de acceso desde la playa fuera derribada y el caudal saliera «a toda presión por una apertura estrecha, causando una pequeña riada que se ha llevado por delante dunas y flora».

Para Salvemos Lo Ferrís «la barrera antinatural que es este muro actuó como si fuera una presa almacenando dentro de su término todo el agua que bajaba evacuándose hacia el mar», algo que el colectivo considera que constituye «una prueba más de que el muro degrada aún más esta zona -un paraíso venido a menos-, ya que actúa de contención para la reposición natural de los arenales costeros y dificulta el libre tránsito de la fauna, a lo que ahora se suma que en un contexto de aumento de los fenómenos atmosféricos cada vez más turbulentos, con lluvias torrenciales, produce que la escasa vía de escape del agua acabe arrasando el sistema dunar. Y así se incrementa la erosión y por tanto las inundaciones. El muro, insisten, bloquea el paso natural de cualquier elemento y no cuenta con las medidas necesarias para adaptarse a este tipo de entornos naturales donde se dan este tipo de fenómenos. Los conservacionistas recuerdan que son estos espacios naturales junto a la costa los que permiten evacuar el agua en episodios como el que vivió Torrevieja el lunes, con el volumen de lluvia en un día más alto -104 litros por metro cuadrado- desde que hay registros (1927).

La edil de Urbanismo, Fanny Serrano, autorizó una ampliación de la licencia del vallado, basándose en una primera autorización de 2014, del anterior edil de Urbanismo, Paco Moreno. Después inició un proceso de revocación de esa licencia porque el trazado afectaría una vía pecuaria.