La entrada de viento de poniente ha dado un respiro a la provincia de Alicante y hoy martes y mañana miércoles serán días tranquilos, soleados y con temperaturas máximas que pueden alcanzar los 20 grados en muchos puntos de la costa. Se han retirado todas las alertas y ha desaparecido el riesgo de lluvias hasta el jueves en que un nuevo frente dejará lluvias aque se extenderán hasta el viernes. El fin de semana volverá a ser tranquilo en el que ya es el cuarto otoño más lluvioso de la época, que ha dado un balón de oxígeno en plena sequía.

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El cuarto otoño más lluvioso desde 2010 da un respiro a la sequía y mejora la producción citrícola en la provincia. Nueva semana de inestabilidad en toda la provincia por las «derivadas» que ha traído a Alicante la ciclogénesis explosiva que ha asolado Valencia y Castellón desde finales de la semana pasada con cantidades de lluvia por encima de los 300 litros por metro cuadrado recogidos en la comarca de la Safor. Ayer, la gota fría dejó sin clase en la provincia a más de 70.000 alumnos en los 39 municipios -Marina Alta Marina Baixa, Vega Baja y Elche- donde se suspendieron las clases no sin polémica, porque el Ayuntamiento ilicitano decidió cancelar la jornada escolar y universitaria a primera hora de la mañana, diez horas después de activarse la alerta naranja.

Según los datos del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante este otoño está siendo uno de los más lluviosos (cuarto) de los últimos diez años, aunque de media en la provincia no se han superado las cifras de 2011, 2012, y 2016, con 151, 147 y 167 litros por metro cuadrado. Sí es excepcional en la Marina Alta.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, la precipitación media anual en la provincia para el otoño es de 139 litros por metro cuadrado. Tras las lluvias de ayer se han recogido 125 litros. Hoy ya no lloverá, salvo algún aguacero esporádico a primera hora. Mañana tampoco y el jueves por la tarde llega otro frente que dejará lluvia por la noche y la madrugada el viernes para dar paso a un fin de semana sin lluvias.

La Confederación Hidrográfica del Júcar informó que sus embalses han acumulado en la última semana 21,29 hectómetros cúbicos más, lo que sitúa el agua embalsada en 1.056,37 hm3, el 31,56% de su capacidad. Paradójicamente, el embalse de La Pedrera apenas sintió las incidencias de la gota fría (descargó 100 litros por metro cuadrado en Torrevieja) y a la hora de cerrar esta edición contenía 61 hm³ de agua, la misma cantidad que anteayer domingo. Con todo, el sector agrícola de la provincia recibió como agua de mayo la lluvia porque en la provincia ha caído «como debe caer» por lo que el agua recogida, la menor urgencia del riego en esta época del año y el caudal que hay en los embalses reduce los efectos de la sequía. El cultivo que mejor ha recibido este agua de noviembre ha sido el de los cítricos: naranjas, mandarinas y limones.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), con los embalses al 22% de su capacidad con 240 hm3, lleva durante todo el fin de semana vigilando los cauces de la cuenca del Segura y manteniendo una comunicación directa con los servicios de emergencias y administraciones competentes. Los técnicos desplazados por el terreno han podido comprobar cómo los principales cauces de la demarcación han cumplido con su función y han soportado correctamente las subidas de nivel provocadas por las intensas precipitaciones de las últimas horas, si bien se han producido problemas puntuales en algunos puntos concretos del campo de Cartagena y también fuera del Dominio Público Hidráulico.

La Agencia Estatal de Meteorología retiró a primera hora de la tarde la alerta roja por fuertes precipitaciones en el sur de la provincia de Valencia y litoral norte de Alicante después de una jornada en la que 136.000 escolares de 88 municipios de la Comunidad Valenciana no tuvieron clase y tras un episodio de lluvias que ha dejado en seis días un acumulado de 600 litros en localidades como Barx, récord en la Comunidad.

Ambulancia atrapada

Uno de los últimos coletazos de este frente de lluvias fue ayer el desbordamiento del río Júcar en su tramo final en Cullera, que anegó campos de cultivos y caminos rurales. En la provincia de Alicante se cortaron varias horas la CV-920 entre Algorfa y Benijófar, la CV-940 en Los Montesinos y la CV-590 en Benejúzar. Los bomberos efectuaron en las últimas horas 26 intervenciones en Torrevieja, entre ellas el arrastre de una ambulancia atrapada que llevaba a un paciente al hospital, y 9 en Orihuela, la mayoría para desbloquear coches inmovilizados por balsas de agua o de achiques en zonas inundadas.

De momento, el campo aguanta bien las lluvias pero desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), alertan que si persistieran podrían desatar el «pixat» (aparición de manchas y grietas en la corteza) y el aguado por exceso de humedad en la piel de las mandarinas, y el retraso de la recolección de los campos inundados.