El Boletín Oficial de la Provincia de Alicante ha publicado recientemente la modificación de las ordenanzas municipales de obras (ICIO) y de las licencias urbanísticas, tal y como se aprobó en el pleno del pasado 26 de julio por parte de los 8 ediles del PP, encabezados por la alcaldesa Ana Serna, y la edil no adscrita, Milagros Pérez, cuyo voto fue crucial para que la oposición (PSOE, Cs y UPyD) no echaran para atrás la propuesta. La nueva ordenanza sube en un 25% el Impuesto de Construcciones (ICIO) en las futuras viviendas urbanas. Además, supone un incremento del 73% en la construcción de una casa rústica y también contempla un aumento de dicho impuesto para las nuevas piscinas, en concreto un 43%.

Del mismo modo sucede con las licencias urbanísticas, donde se destaca una subida del 43% en las viviendas rústicas. Esta modificación de la nueva ordenanza de obras y licencias urbanísticas conlleva una subida media de unos 1.500 a 2.000 euros por cada uno de los expedientes que se tramiten.

El PSOE ha criticado esta subida de impuestos en el municipio que considera tiene «un claro carácter recaudatorio». Su portavoz, Rosa Guillén, asegura que «va a ser un lastre para el sector de la edificación, que venía reclamando medidas e incentivos para potenciar el aumento de promotores, con las que paliar la parálisis de la construcción provocada por la crisis y, en cambio, se encuentran con este mazazo recaudatorio».

Los socialistas señalan que el argumentario desarrollado a favor de la nueva ordenanza «estaba basado en ser un simple refundido para facilitar y armonizar la tramitación de expedientes a funcionarios y ciudadanos, que no supondría una mayor recaudación, pero realmente escondía una subida de los módulos unitarios de construcción de referencia, afectando directamente al Impuesto de Construcciones (ICIO) y a las licencias urbanísticas de las construcciones residenciales».

La falta de un informe técnico que respaldara la modificación de la ordenanza y la escasa información trasladada en la Comisión Informativa fueron los motivos argumentados esgrimidos por los partidos de la oposición para oponerse a su modificación. Rosa Guillén, precisamente, criticó en ese pleno que «no hemos tenido tiempo suficiente para comprobar la documentación, donde aparecen precios que resultan muy elevados». La socialista critica la subida de estos impuestos pero, que por el contrario, el PP y la edil Milagros Pérez se opongan a la actualización del valor catastral del IBI, que no varía desde 1987.