Joaquin Cos Delgado, maestro y militante socialista, falleció ayer a los 68 años. De su compromiso político y ciudadano cabe destacar su trabajo como concejal de Educación en el ayuntamiento de Torrevieja en los años ochenta y su candidatura a la alcaldía en 1999. En la oposición realizó una destacada labor de denuncia de las carencias de una ciudad que, en pleno boom inmobiliario, recibía oleadas de nuevos residentes con colegios en barracones y sin un hospital público para atender sus necesidades sanitarias.

De su compromiso humano destaca su labor como maestro. Maestro en el más amplio sentido de la palabra, como profesional y defensor de la enseñanza pública a lo largo de más de cuarenta años -en Tabarca, Los Montesinos o Torrevieja- , formando a varias generaciones de profesionales de la Vega Baja y como continuador y cabeza de toda una estirpe de enseñantes torrevejenses.

Era Joaquín Cos, Quino para todo el que lo conocía, un profundo creyente en la importancia de la educación como clave para lograr una sociedad más justa, más humana. Y de creyente profesaba porque, sabio y paciente como era, estaba también convencido que en la educación estaba el secreto de valores como la tolerancia, la honestidad y la solidaridad.

Quino, militaba sobre todo de maestro y de torrevejense, o de torrevejense y de maestro. Tanto da. Con ese lenguaje sencillo y directo que le caracterizaba, que destaca porque es de sentido común, colaboró con INFORMACIÓN en tribunas de opinión donde cada semana analizaba el devenir de una Torrevieja que se movía tal vez demasiado deprisa.

El funeral responso ha tenido lugar hoy en la iglesia de La Inmaculada de Torrevieja.