La secretario autonómico de Vivienda, Luis Ferrando, abrió ayer a puerta a considerar los suelos residenciales como terrenos de uso económico para la explotación de viviendas turísticas en el futuro Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja. El PAT es una iniciativa que la Generalitat anunció en abril de 2017 en unas jornadas sobre urbanismo en Torrevieja, volvió a recuperar en marzo de este año y cuya licitación, según se dijo ayer, se estima ahora para final de año. Ferrando, que mantuvo un encuentro en Torrevieja con alcaldes de la comarca, asume las reivindicaciones exigencias del sector de la construcción, que tras aprovechar el boom al máximo, y tras la crisis, está asustado con la posibilidad que este planeamiento supramunicipal recorte sus expectativas de reclasificación y aprobación de nuevos suelos residenciales. Los promotores y abogados urbanistas pidieron justo esa condición de suelo de actividad económica en aquellas jornadas.

Ferrando matizó que la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana (ETCV) -una normativa que restringe la capacidad de crecimiento urbanístico de los municipios en función de varias condiciones, como el suelo ya construido y que queda por urbanizar- «está hecha para toda la Comunidad Autónoma pero se concreta, comarca a comarca, porque nada tiene que ver el Rincón de Ademuz con la Vega Baja». Ferrando dijo que «se tendrán que concretar y flexibilizar en la Vega Baja». Las ETCV están reguladas de forma muy detallada, a través de un decreto de la Generalitat de 2011.

«Aquí hay zonas residenciales que en realidad no cubren servicios residenciales porque son suelos de características económicas, de segunda residencia y de turismo». Eso, aclaró «debe hacerse bien, preservando los intereses básicos de la huerta. Lo que pretendemos es hacer compatible la ordenación coherente de la infraestructura verde con el desarrollo social lógico y natural», aseguró.

En este sentido, consideró «vital» la acción coordinada de la Generalitat con los diferentes ayuntamientos, ya que «son ellos los que conocen de primera mano sus necesidades». Ferrando señaló: «No queremos que finalice la legislatura sin comenzar a tramitar este plan que consideramos tan necesario para la Vega Baja», aunque la misma fuente dijo que se trata de trabajos preliminares, «estamos empezando», admitió. Para la Generalitat la Vega Baja es una prioridad desde el punto de vista de la ordenación del territorio. Tras llevar a cabo los Planes Territoriales de Alicante, Valencia y Castellón, «se ha optado al tener en consideración su densidad de población y el auge de su desarrollo urbanístico», dijo Ferrando. Los alcaldes de la Vega Baja, que saben hasta qué punto es relevante el sector de la construcción para sus municipios y la escasas alternativas económicas a este actividad -recuperada tras diez años de crisis-, no están especialmente convencidos de la necesidad de llevar a cabo una iniciativa de carácter supramunicipal, que afectará a 27 municipios, que impondrá normativa urbanística sobre la autonomía local.

Pativel

El precedente ha sido el Pativel, ya vigente, tramitado en tiempo récord, que protege la primera línea de costa y que en Torrevieja preservado de la actividad urbanizadora dos millones de metros en un corredor ecológico entre la laguna de Torrevieja y Ferrís. Y se ha hecho al margen de los intereses de promotores que llevaban casi 25 años esperando la reclasificación del suelo.

Ayer solo aparecieron por Torrevieja los alcaldes socialistas de Guardamar, Rojales, Callosa, concejales de San Isidro, Rafal y el primer edil del PP de San Fulgencio. Con ausencias destacadas como las del municipio de Orihuela - el término más extenso y donde más vivienda turística se construye en la provincia ahora-, Pilar de la Horadada o Almoradí. El secretario autonómico se iba a encontrar con los representantes de las empresas en la Cámara de Orihuela.

La edil de Urbanismo, Fanny Serrano, dijo por su parte que «es necesaria una regulación urbana a nivel supramunicipal, ya que hay numerosos elementos de la Vega Baja que venimos reivindicando mucho tiempo, como la mejora de las infraestructuras o la conectividad interna de la comarca». Promotores que rechazan de plano un crecimiento restringido, como ya recogió este diario cuando se anunció el plan territorial en marzo de 2017.