Mil metros de parcela, dos mil útiles construidos a lo largo de tres siglos, 13 dormitorios, 9 baños, fachada a tres calles, y cuatro millones de euros. El Palacio del Marqués de Rafal, en pleno centro histórico de Orihuela, ha salido a la venta. Los escudos heráldicos en la esquina y las portadas caracterizan un edificio que fue construido en el siglo XVIII, aunque la fachada fue restaurada en torno a los años 1915 y 1920.
La familia vendedora, descendientes de Santiago Pardo-Manuel de Villena y Berthelemy, Marqués de Rafal, Grande de España-fallecido en 2013-busca un perfil de comprador que respete el valor patrimonial del inmueble protegido, que en contraste con otros edificios del casco urbano presenta buenas condiciones de conservación tanto en el exterior como en el interior. El destino puede ser el uso residencial aunque tampoco se descartan otros que puedan revitalizar el centro histórico de la ciudad, como el comercial, siempre a través de un procedimiento autorizado por el Ayuntamiento.
Para los herederos del Marqués no ha sido fácil la decisión de poner a la venta este inmueble que ennoblece el corazón del casco urbano de Orihuela. Pero en la decisión final de desvincularse de la propiedad familiar ha influido la decisión del Ayuntamiento de retirar el nombre del Marqués de Rafal de la plaza donde se ubica. «La casa, además de estar enclavada en el casco histórico de Orihuela, está catalogada», por lo que no se puede modificar en sus elementos principales, aclara Iván Valdesevilla, responsable comercial de la venta que ha impulsado además la creación de una página específica en internet para mostrar la propiedad, con origen histórico en el interés de esta familia de la aristocracia de residir cerca de la Catedral. El edificio alberga obras pictóricas de interés con presencia de piezas de la escuela de Flandes, de la española del XVIII o esculturas de José María Sánchez Lozano, además de una colección de tapices y una biblioteca. Si el comprador quiere adquirir esos bienes también se podrían incorporar a la operación. Hace diez años la propiedad planteó iniciar programa de visitas como forma de poner en valor este rico patrimonio y conservarlo. El interés del Ayuntamiento fue mínimo, según las mismas fuentes.
Con tres siglos de historia en sus cimientos el Palacio del Marqués de Rafal es una de las referencias más destacadas del rico pasado nobiliario local junto al Palacio del Marqués de Arneva, sede del Ayuntamiento, el Palacio del Barón de la Linde, el Palacio de los Condes de Luna (Hotel Tudemir), el Palacete de Los Mejías, el Palacete de los Sorzano de Tejada, el Palacio del Conde de la Granja o el Palacio de Rubalcava, de propiedad municipal, que se mantiene en un lamentable estado de conservación, a excepción de la cubierta.
