Aunque los dos candidatos señalaron que la jornada había transcurrido tranquila y había sido «limpia», algunos militantes denunciaron algunos hechos que podrían haber empañado las votaciones. Este diario fue testigo del momento (foto de arriba) en el que un apoderado, a gritos en la puerta, se quejaba de que habían acudido un grupo de personas a votar con el sobre y el voto en la mano, cuando en este proceso se ha de coger la papeleta una vez dentro, justo antes de emitir el voto. Esta circunstancia hizo intervenir a la persona enviada por la dirección provincial a supervisar el proceso, quien negó a ese grupo, en silla de ruedas, emitir el voto al llevarlo de casa. No fue el único hecho que se destacó, aunque finalmente no se oficializó la queja ante el comité electoral del proceso. También se recriminó que un vehículo de Protección Civil hiciera varios viajes hasta la sede socialista. Manzanares dijo que «censuro cualquier acto que empañe esta jornada», mientras que Navarro indicó que la campaña «se enturbió por un par de asuntos personales».