La crisis interna en el PSOE de Almoradí se agrava. El portavoz municipal de esta formación, Abelardo Muñoz, y la edil, Adela Caracena, presentaron ayer por registro su paso a los no adscritos y dejan de formar parte del Grupo Socialista, que se queda con tan solo dos concejales en la Corporación, el ex alcalde, Jaime Pérez Pacheco, y Rosana Martínez. Lo hicieron tras acabar el pleno que se celebró en la mañana de ayer.
Las razones de su paso al grupo de no adscritos, ya que ambos no renuncian al acta de edil como les va a exigir el PSOE, son las discrepancias que mantienen con el ya elegido alcaldable socialista, y edil, Jaime Pérez. Sus diferencias se acentuaron tras la moción de censura que presentaron PP y Cs en enero de 2017 y que desbancó del gobierno local al PSOE e Izquierda Unida (que mantenían un pacto con Cs). Y se agravaron tras la asamblea del PSOE local de abril de este año en la que salió elegida una nueva ejecutiva -con el 75% de los votos- liderada por María José Cortés y en la que estaba como secretario de Organización, Abelardo Muñoz. Pérez apoyó la otra candidatura. Sin embargo, solo 5 meses después, el pasado mes de septiembre, dimitió toda la ejecutiva abocando a la agrupación almoradidense a un proceso de elección que finalizó con el nombramiento de Jaime Pérez como secretario general y candidato a la alcaldía del municipio. Todo tras la afiliación masiva de simpatizantes del exalcalde almoradidense, por lo que la agrupación pasó de poco más de 40 afiliados a más de un centenar y la ejecutiva saliente entendía que no podía seguir controlando el partido al tener a una amplia mayoría de militantes en contra.
Muñoz y Caracena permanecerán en el grupo de los no adscritos hasta el fin de la legislatura y aseguraron a este diario que en los plenos que restan hasta el final del mandato su voto será independiente a lo que hagan sus excompañeros del PSOE «sin la disciplina del partido». Las razones esgrimidas por los concejales apuntan a discrepancias con «la nueva forma de entender el rumbo político de la agrupación» y, sobre todo, con el hecho de no querer alinearse con Jaime Pérez, quien encabezará la lista socialista en Almoradí en los próximos comicios municipales de 2019.
Giro
Los ediles señalaron a este diario que no comparten la forma de trabajar de Jaime Pérez ya que «no la consideramos la más adecuada y correcta, entendiendo que se debe de dar un giro en cuanto a la persona y a las formas políticas». Insisten en que desean «la mejor de las suertes al PSOE en el inmediato proceso electoral», pero «conocemos a la persona que han puesto al frente y sus formas de trabajar y no queremos vernos relacionados con él». Ambos no solo abandonan el grupo municipal socialista, también el partido, del que ya se han dado de baja como militantes. Su intención es terminar el mandato «para el que hemos sido escogidos» como no adscritos y posteriormente abandonar la política activa.
Malos tiempos para el PSOE de Almoradí a pocas fechas del inicio de un proceso electoral, con fuga de concejales y, según ha podido averiguar este medio, con algunas bajas de militantes que dicen no estar de acuerdo con el nuevo orden establecido por Pérez Pacheco. El alcaldable ya tuvo que lidiar, en el mandato pasado, con la marcha de tres abandonos de sus concejales (José Manuel Rodríguez, Miriam Gómez y Rubén Ferrándiz), más otros dos que no aceptaron el acta y tuvieron que correr el turno en la lista electoral para sustituir a los dimitidos. Para los ediles salientes del PSOE «llueve sobre mojado».
El cabeza de lista del PSOE y exregidor, Jaime Pérez, se mostró muy sorprendido tras la llamada de este diario para conocer su opinión acerca de la marcha de los dos ediles de su grupo que, dijo, desconocer. «A mí no me han comunicado nada» y aseguró que, por su parte, «no tengo problemas con ninguno de los dos, ellos verán». Fuentes del PSOE comarcal señalaron que «se veía venir» y lamentaron la actitud tomada por ambos concejales. «Así evitan que los expulsemos», zanjaron.
