Por sorpresa y sin anunciarlo previamente. Así es como se aprobó ayer iniciar el expediente de adjudicación para la redacción del proyecto básico y de ejecución, así como la dirección de obra, para rehabilitar dos de los edificios más emblemáticos de Orihuela, como son el Palacio de Rubalcava y los antiguos juzgados. Los trámites que desbloquean la rehabilitación de ambos inmuebles, que desde hace años están en estado de abandono, la realizó ayer el equipo de gobierno en una junta de gobierno local extraordinaria que tuvo lugar por la mañana

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, avanzó ayer algunos detalles de ambos anuncios, aunque habrá que esperar a la redacción de los proyectos, cuyo plazo de licitación ronda entre las 12 y las 14 semanas en ambos casos, para saber en detalle qué se va a hacer en ambos inmuebles. En el caso del Palacio de Rubalcava, que sucumbe a la degradación a pesar de figurar en el Catálogo del Plan Especial de Protección del casco Histórico de Orihuela, cuenta con un plazo de dirección de obra de 18 meses. La licitación del proyecto tiene un importe total de 108.900 euros (IVA incluido), procedentes de la venta de parcelas, así como de la ayuda de Fondo Europeo de Desarrollo Regional para la Estrategia DUSI.

Bascuñana señaló ayer respecto al inicio de los trámites para recuperarlo que «espero que en los próximos meses podamos comenzar con las obras de recuperación de este elemento patrimonial tan importante para Orihuela, tal y como nos comprometimos con los oriolanos» y aseguró que «así cumplimos otro objetivo más y esperamos agilizar todos los plazos para que pronto podamos poner en marcha el proyecto».

Pésima conservación

El edificio, de titularidad municipal, se encuentra en un pésimo estado de conservación. Consta de tres plantas principales con unas pequeñas entreplantas. La primera la ocupaban unos ostentosos salones y la cocina principal y en la segunda se hallaban los dormitorios de la familia marquesal. Además, cuenta con dos jardines con fuentes y bancos de azulejos y hierro forjado con una verja sobre muros de mampostería. El edificio se construyó imitando el esquema de los palacios barrocos oriolanos en el solar que quedó tras derruirse la casa abacial de la Iglesia de Santiago. Las obras dieron comienzo a partir de 1916 gracias a la iniciativa de Piedad Roca de Togores, marquesa de Rubalcava, y su esposo Eduardo Almunia, que lo construyeron para su residencia, y las obras se prolongaron durante la década de los años 20 y 30 del pasado siglo. Fue adquirido por el Ayuntamiento de Orihuela en 1981 para darle un uso social y cultural, pero ahora está cerrado y tan deteriorado que incluso la Asociación nacional Hispania Nostra lo incluyó en 2016 encabezando la lista roja de patrimonio abandonado en España.

El gobierno oriolano reservó 975.000 euros en el presupuesto de 2017 para intervenir en el edificio pero nada se hizo. Su proyecto más famoso, desvelado por el PSOE, fue el de «Rubalcava hub», en el que el Ayuntamiento se pretendía gastar unos 2 millones de euros y que incluía coctelería, minigolf, sala para bodas y una decoración muy particular, con mesas y sillas colgadas en el techo y oropéndolas enjauladas. Ahora la inversión prevista será similar, pero se espera que no contenga esas excentricidades.

Dependencias municipales

En cuanto a la rehabilitación del edificio que albergaba los antiguos juzgados de Orihuela, la licitación del proyecto asciende también a 108.900 euros (IVA incluido), mientras que el plazo de ejecución del contrato será de 12 semanas para la redacción del proyecto y de 18 meses para la dirección de obra. Hace justo un año el Ayuntamiento recibió el acuerdo de cesión de los antiguos juzgados de la ciudad por parte del Consell. El convenio para 10 años establece que la Conselleria de Justicia se compromete a pagar un alquiler por los nuevos Juzgados de la Plaza de Santa Lucía de 75.000 euros anuales, los primeros 5 años, y 125.000 euros el resto, otros 5 años. En cuanto al antiguo edificio se rehabilitará para acoger dependencias municipales que ahora se encuentran en locales alquilados.

El regidor oriolano indicó ayer que no descartaba que «las obras se inicien antes de acabar el mandato, eso espero, y si no al menos los dejamos con dinero en el cajón». Ahora habrá que esperar a que se cumplan los plazos.