El Ayuntamiento de Orihuela y el Cabildo de la Catedral de El Salvador han llegado a un acuerdo de última hora para evitar verse las caras en el juzgado a cuenta de la titularidad de la talla más afamada de la Semana Santa oriolana: La Diablesa. La iglesia presentó un contencioso por la titularidad de la imagen, creada en 1694, una vez que, por sorpresa, en 2012, el Ayuntamiento decidió que se mantuviera en el museo arqueológico musical de San Juan de Dios cuando había estado expuesta en el Museo de Arte Sacro de Orihuela, propiedad del obispado.

El acuerdo, del que no ofrecieron mucho, se presentó ayer por parte del teniente alcalde y concejal de Patrimonio Histórico, Rafael Almagro, y el deán de la Catedral, José Antonio Gea. El pacto, que se desarrollará a través de una comisión mixta, deja en el aire el conflicto por la titularidad de la imagen -que se atribuyen el cabildo y el Ayuntamiento- y establece como sede de la talla de Nicolás de Bussy su actual ubicación municipal en el museo de San Juan de Dios. El Ayuntamiento asume el mantenimiento y conservación de la obra y garantiza a la iglesia -no está claro a través de qué fórmula jurídica- su fin religioso: que el trono saldrá a la calle en la procesión del Santo Entierro del Sábado Santo, como lo viene haciendo desde hace siglos, en un acto religioso organizado por la administración local, en una tradición única en España, sufragada por las arcas municipales y en las que el municipio designa también a un cargo institucional con relevantes connotaciones religiosas, el Caballero Cubierto.

Según subrayó Almagro «el gobierno ha mantenido diálogo para que la imagen no fuera un punto de división y sí de unión. Orihuela tiene una presencia de la Iglesia que es fundamental. De la que debemos estar muy agradecidos», aseguró para añadir: el contencioso «llega a su fin sin necesidad que llegue a más. El acuerdo permite mantener el status previo a la demanda», aunque sin resolver la titularidad. El concejal dijo que el acuerdo llega de la mano de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la imagen de la Cruz de los Labradores. «Debe procesionar en Sábado Santo y requiere de una protección, cuidados y atención especial, y dejamos de lado el tema de la propiedad de la imagen». Para la misma fuente se afianza así que «es una obra de los oriolanos. La sufragó el gremio de los Labradores. Es muy complejo entrar a determinar la titularidad de este bien y lo importante es el acuerdo al que se ha alcanzado», subrayó el edil.

José Antonio Gea, deán de la Catedral explicó por su parte: «Hemos llegado a un acuerdo. De naturaleza funcional, cuidado, uso. Era un tema espinoso para el Cabildo. Orihuela no se entiende sin la iglesia y a la inversa. Tenemos que servir a Orihuela. La declaración de BIC permite la finalidad religiosa» de la talla. El deán anunció que el acuerdo permite que la imagen «no deje un día de tener esa finalidad» religiosa, la de expresar la «exaltación de la cruz, el triunfo de la cruz, donde la resurrección, dios, vence al pecado y el demonio». En el trono representado como «la diablesa» en rojo con los pechos descubiertos . «La comisión mixta servirá para que el BIC siga adelante. Hemos llegado a este acuerdo para evitar más pasos. Así ponemos fin al contencioso».

A tenor de una información en la que ayer no se aportaba un acuerdo -que debe ser público- sería el Cabildo el que asumiría parte del criterio municipal, además de renunciar a la vía judicial.