El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga, al menos, tres denuncias interpuestas en las últimas semanas por la muerte intencionada de gatos en la Vega Baja. Los hechos están causando una seria preocupación entre los colectivos animalistas y las protectoras de la comarca ya que se han multiplicado los casos de envenenamiento de felinos, y también se han producido otro tipo de ataques a estos animales.

La primera denuncia es el presunto envenenamiento de una colonia de gatos en Campoamor, en la zona de Orihuela Costa. De sus 30 ejemplares, muchos de ellos esterilizados por la Asociación Colonias felinas Dehesa de Campoamor, quedan muy pocos con vida y se teme que puedan fallecer. El 16 de septiembre empezó la pesadilla para estos felinos que aún no ha terminado, ya que esta misma semana moría otro gato envenenado. Todos fallecen del mismo modo, tras ingerir alimentos adulterados con un veneno muy muy fuerte que mata a los gatos en pocas horas y con una muerte muy dolorosa, según ha explicado a esta asociación el veterinario que lleva el caso.

La Guardia Civil trata de localizar al o los responsables de estos delitos. «Sigue poniendo veneno y este lunes, Simba, un gato doméstico que tiene familia fue su última víctima», señala Ana Hernández, la presidenta de la Asociación Colonias felinas Dehesa de Campoamor. Esta asociación está recibiendo el respaldo de Proyecto CES Torrevieja. Hernández señala su «malestar por falta de respuestas a las denuncias que esta asociación ha presentado antes el suceso relatado y, por ello, instamos al Ayuntamiento a asumir sus competencias, a tomar medidas e informar sobre dicha solicitud».

Desgraciadamente no es un caso aislado. A 20 kilómetros de allí, en Guardamar del Segura, se ha denunciado otro presunto caso de envenenamiento de varias colonias felinas controladas. En los últimos 10 días han aparecido varios gatos muertos con síntomas de haber sido envenenados en las zonas residenciales del Edén y Pinomar. Desde Animalia Protección Animal, que colabora con el programa CES (Captura, Esterilización y Suelta) de la Diputación de Alicante y el Ayuntamiento de Guardamar, critican que «llevamos más de 6 años denunciando a Guardia Civil y a la Policía Local y a las autoridades municipales del municipio los actos acontecidos, obteniendo un nada por respuesta».

Código Penal

La asociación guardamarenca recuerda que el artículo 337 del Código Penal «castiga al que, por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a un animal doméstico o amansado o acción que consista en maltratar por cualquier medio a un animal sin que haya causa que justifique dicha acción o todas aquellas conductas, tanto acciones como omisiones, mediante las cuales se somete de una forma innecesaria a un animal a un dolor, sufrimiento o estrés».

El tercer caso que investigan los agentes del Seprona se produjo la pasada semana en Formentera del Segura. Un brutal ataque de perros a la colonia felina ubicada en el Paraje del Soto, en las instalaciones de la Asociación «Por los que no tienen voz». Unos desconocidos superaron la valla que rodea el perímetro de la colonia y forzaron dos jaulas metálicas en las que se encontraban dos gatos de corta edad. Allí soltaron a uno o varios canes que atacaron a los felinos hasta matarlos, como así lo acreditó la veterinaria que inspeccionó sus cadáveres.

La presidenta de la asociación que ha interpuesto la denuncia, Ainhoa Andreu, relata que «el pasado sábado entraron a una de nuestras colonias controladas donde teníamos un pequeño refugio y un desalmado entró con un perro o varios y atacaron a los gatos, que estaban en jaulas, causándoles la muerte y queremos encontrar al culpable». Andreu señala que «los animales son siempre los más olvidados».