?El Ayuntamiento de Orihuela advirtió en septiembre del riesgo que supone la falta de mantenimiento del río Segura, así de los cauces, ramblas y barrancos. En la mente de los oriolanos está una fecha reciente, la del 18 de diciembre de 2016 cuando el río Segura se desbordó 29 años después de que sucediera un episodio similar y por primera vez desde que se llevaran a cabo el encauzamiento urbano del Segura para evitar inundaciones. Aquella inundación sorprendió porque la capacidad de la ribera para soportar avenidas en el tramo urbano del río fue menor de la prevista cuando se proyectó el encauzamiento -180 metros cúbicos por segundo-. Desde entonces se han desarrollado algunas obras de mejora muy puntuales pero no una actuación estructural que pueda evitar inundaciones en el casco urbano. El desbordamiento aguas abajo del casco urbano fue atribuido en parte al hecho de que la capa de sedimentos y lodos acumulados en el fondo, que luego fueron retirados, restaron capacidad de evacuación al encauzamiento. El viejo proyecto de derivar las aguas en caso de inundación adaptando el Reguerón ni se ha contemplado.