La tecnología de Tratamiento Biológico Mecánico (TMB) que quiere implantar OHL en su proyecto de Torrevieja-San Miguel de Salinas es «obsoleta» y solo es capaz de reciclar algo menos del 50% de los residuos que procesa, en palabras de Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción. La misma fuente indica que los ejemplos más avanzados de este tipo de plantas no han podido rebasar ese porcentaje. Además, uno de los principales subproductos derivados del proceso de reciclaje en estas plantas, al margen del vidrio, papel y cartón, y una de sus principales fuentes de ingresos previstas en la propuesta es el Combustible Sólido Recuperado (CSR).
OHL estima que puede obtener 600.000 euros al año por su venta a cementeras,lo que genera a su vez nuevas fuentes de contaminación vía emisiones a la atmósfera por incineración.
La misma empresa plantea una inversión de 42 millones de euros en esta planta que cubriría las necesidades de una población de 230.000 vecinos censados de la primera y segunda línea de costa de la comarca (Pilar de la Horadada, Torrevieja, Rojales Orihuela Costa o Guardamar, entre las principales poblaciones afectadas), con un periodo de explotación de 20 años, un plazo de construcción de 18 meses y generar 70 puestos de trabajo.
El Ayuntamiento de San Miguel ingresaría un canon anual de un euro por tonelada, mientras que el precio de tratamiento para los municipios que descargaran en la planta sus basuras sería de 72 euros por tonelada, según el estudio de viabilidad de la empresa. En verano la planta podría recibir más de 500 toneladas de basura con un máximo de 125.000 al año, aunque las instalaciones estarían dimensionadas para asumir casi el doble, con una capacidad de 210.000 toneladas anuales.
Un aspecto importante del estudio es que el proceso no es limpio. Algo que se traduce en la necesidad de contemplar una balsa de lixiviados generaros en los fosos de basura orgánica con capacidad para 150 metros cúbicos, a escasos 900 metros de la orilla de la laguna de Torrevieja.
