Los regantes tradicionales de la Vega Baja se muestran preocupados ante el anuncio que realizaba ayer el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, en el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela, de la puesta en marcha de un plan de obras para modernizar el regadío tradicional y que pretende sustituir al riego a manta o por inundación. Los agricultores temen que detrás de este proyecto esté el acabar con el sistema de riego tradicional tal y como se conoce hasta ahora. «No vamos a renunciar nunca al riego por inundación porque si lo hiciéramos no podría existir la reutilización de las aguas hasta 5 veces como hacemos ahora y que el sistema de aspersión o goteo no haría, además de que se acabaría con miles de hectáreas de cultivos», señaló el juez de aguas de Almoradí, Carlos Barrera, quien añadió que «el riego por inundación es el más rentable y todos los regantes de la comarca estamos unidos».

Rodríguez Mulero explicó que la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, trabaja ya en ese plan de obras para modernizar el regadío tradicional de la Vega Baja desde el pasado mes de junio junto a la Universidad Miguel Hernández y que será específico para la comarca dado que «los regadíos tradicionales de la Vega Baja son especiales y difíciles de encuadrar en una modernización del regadío al uso». En la Vega Baja el sistema de riego utilizado por excelencia es el de inundación o riego a manta, lo que se quiere sustituir por un regadío que «racionalice el uso del agua y que se use de una mejor manera posible para aprovecharla al 100%». Los regantes, por su parte, se han mostrado contrarios a terminar con una forma de riego que tiene cientos de años y que consideran es «rentable».

Mulero no quiso ahondar en qué tipo de infraestructuras permitirán una mejora del regadío tradicional ni en la inversión que se destinará a ese plan «porque es lo que precisamente vamos a ver ahora y queremos hacer un documento base con el que empezar a trabajar y esperamos tenerlo a mediados del año que viene, y nos va a decir cuáles son las inversiones necesarias». Lo que sí señaló es que en ese plan de obras lo más importante es «que contenga lo necesario para mejorar la gobernanza de los juzgados de agua y de los regantes, antes que incorporar tuberías para hacer riego por goteo y que mejorará la calidad del suelo y añadió que «estamos definiendo las inversiones, haciendo el análisis agroeconómico, porque será un plan de funcionamiento para los próximos 15 o 20 años». Mulero quiso recordar que la Conselleria de Agricultura ha puesto en marcha, en los últimos tres años, varios proyectos subvencionados en la Vega Baja con una inversión total de 10 millones de euros.

Alternativas

El riego a manta (o por inundación) es uno de los sistemas más antiguos que existen y fue introducido en el siglo XI por los musulmanes. Consiste en mojar toda la superficie del campo, para asegurar de esta forma que todo el suelo pueda beneficiarse del agua. En el caso de la comarca el agua llega del río Segura a través de las acequias. El nuevo plan no termina de convencer a los muchos regantes tradicionales de la comarca porque han echado en falta que se les anunciaran alternativas concretas. «No tenemos nada claro qué es lo qué pretende hacer la Conselleria», dijo Carlos Barrera.

Por otro lado, Mulero anunció que el Consell va a pedir una moratoria a la CHS tras amenazar a los regantes, el pasado mes de julio, con negarles el agua como sanción si no cumplían con la imposición de atajar la contaminación del río por plásticos. El gobierno autonómico planteará que esto no solo lo paguen los regantes, también el gobierno murciano y la propia Confederación Hidrográfica.