Las inversiones millonarias en infraestructuras de evacuación de aguas pluviales desarrolladas por el Ayuntamiento de Torrevieja y la empresa de gestión del ciclo hídrico han podido evitar que el pasado sábado, una vez más, parte del casco urbano se viera colapsado por una tromba de agua.
La lluvia fue torrencial. En el término más científico. Un litro por metro cuadrado al minuto, más de 30 en media hora, según los datos de Proyecto Mastral. Una tromba brutal. Entre las 7:30 y las 8:00 de la mañana se registraron 31,2 l/m2. Solo entre las 7:30 y 7:40 fueron 15 litros en 10 minutos. Se anegaron muchos de los viales que se encuentran en la cuenca vertiente de la laguna de Torrevieja. Desde la avenida de las Cortes Valencianas hasta a la avenida de Delfina Viudes -donde quedó atrapado un camión-. Durante más de veinte minutos ese agua terminó inundando un sector de la N-332, a la altura de los carriles de acceso al centro comercial Ozone y Carrefour.
Allí la Guardia Civil de Tráfico y los bomberos tuvieron que rescatar a cinco conductores. Solo se restableció la circulación después de esa media hora de forma parcial por esos carriles de acceso en dirección Cartagena-Alicante. Siguiendo ese recorrido del agua hacia la laguna también se anegaron amplias zonas de la urbanización Doña Inés -como la avenida de Joaquín García-, las zanjas de evacuación a lo largo de la CV-905 y las calles aledañas a las balsas de laminación de Las Torretas junto a la laguna. La empresa Agamed, con participación del Ayuntamiento y capital mayoritario de Hidraqua, ha desarrollado obras por valor de más de un millón y medio de euros en el polígono industrial Casagrande desde 2014. En especial a la hora de poner en marcha un cajón de pluviales de grandes dimensiones, soterrado a lo largo de la avenida de Rosa Mazón y Delfina Viudes. Justo antes de iniciarse la temporada alta la empresa culminó el último de estos tramos, el más de cercano a la avenida de las Cortes Valencianas. También llevó a cabo justo en la misma zona la renovación integral de uno de los principales ramales de la red de alcantarillado del municipio. En ejercicios anteriores a 2014, la empresa ha abordado obras de canalización en Doña Inés, con un colector subterráneo para evucuar las aguas desde la N-332 hasta la CV-905, con colectores a cielo abierto en ambos márgenes de la CV-905 y balsas de laminación en los márgenes de la N-332. Se realizó también una gran zona de captación de aguas en la explanada de la actual recinto de mercados. Todas estas obras han minimizado la gravedad -menos acumulación de agua- y prolongación -evacua más rápido- de las inundaciones pero no las están evitando y en algunos casos están trasladando el problema a otras zonas.
Empresarios del polígono indicaron ayer a este diario que las calles aledañas a la avenida de Rosa Mazón y la propia avenida no se vieron afectadas. El gran caudal de agua superficial y la canalizada fue a parar a la Nacional-332.Desde hace casi una década se plantea una solución global que permita evacuar el agua al mar con un cajón de pluviales en paralelo a la circunvalación N-332 que conecte con el acequión salinero y el mar. Esta infraestructura está ligada a la ejecución del desdoble de la circunvalación, todavía en la fase de redacción del proyecto.
¿Por qué hay inundaciones en Torrevieja? El colapso está ligado a la gran superficie urbanizada en cuatro décadas sobre suelo que antes sí filtraba el agua en episodios de lluvias torrenciales. El agua busca su camino sobre grandes superficies de asfalto sin ningún tipo de infraestructuras de evacuación y también colapsa el alcantarillado. Tanto la N-332 como la CV-905 ejercen de efecto barrera hasta que el agua llega por gravedad al entorno de la laguna de Torrevieja.
