Un mar de piscinas que no existían, pero sí están. Eso es lo que ha desvelado el proceso de regularización catastral realizado durante todo el año 2016 por el Ministerio de Hacienda en Torrevieja. Un total de 825 piscinas en el término municipal que no estaban registradas como bienes inmuebles de forma oficial. Los propietarios se ahorraban primero el pago de licencias de obra y proyectos, y después el impuesto correspondiente al IBI.
En 2017 y 2018, SUMA Gestión Tributaria ha incorporado esa regularización en los recibos que está girando por este concepto a los vecinos. El «susto» para los titulares, puede ser importante: se recauda la variación del importe al alza y con carácter retroactivo por los tres ejercicios anteriores. Esta regularización refleja que casi todas las nuevas edificaciones que escapaban al control fiscal incorporan en el caso de Torrevieja una piscina privada en viviendas unifamiliares: chalés con jardín donde ahora está la piscina.
De ese total de 825 nuevas construcciones, 297 corresponden solo a piscinas. Otras 528 son propiedades en las que además de piscinas, que antes no existían para Hacienda, se han encontrado otras nuevas edificaciones que ocupan superficie de suelo, como porches o habitaciones.
El último proceso de regularización catastral de oficio -que no revisión del valor de los inmuebles- se había realizado en la provincia en 2006. Muchos de los titulares habían asumido que no pagarían impuestos por estas edificaciones al recibir una notificación de la Dirección General del Catastro instándoles a dar de alta el inmueble solo con el pago de una tasa de 60 euros.
Ahora, las propiedades figuran en los registros de la administración a efectos fiscales «para toda la vida» y deben tributar a través de la recaudación de SUMA.
Fue en 2015, a punto de finalizar el mandato municipal anterior, cuando la Dirección General del Catastro anunció a los ayuntamientos que comprobaría con una inspección de oficio la concordancia de la descripción catastral de los bienes inmuebles con la realidad inmobiliaria sobre el terreno. El objetivo del Ministerio de Hacienda era recaudatorio -tras la crisis- con el argumento de actualizar un registro que tenía diez años. Durante dos años, y en distintas fases, se abordó la regularización con un exhaustivo trabajo de campo que, por ejemplo, utilizaba por primera vez vuelos de drones para acceder a zonas inéditas para las administraciones.
Infracciones
En Torrevieja, la construcción de la mayor parte de estas nuevas piscinas se ha realizado de forma ilegal entre 2006 y 2018, si bien en la mayoría de los casos el delito ha prescrito por el tiempo transcurrido -cuatro años anteriores a la legislación de 2015-. Si el Ayuntamiento, que es el que tiene esas competencias, comprobara que no hay prescripción, se abriría un expediente de infracción para regularizarlo y otro de sanción por carecer de licencia. Si están ubicadas en suelo urbano, como sucede en la mayoría de los casos en Torrevieja, son legalizables. El control del área de Urbanismo sobre este tipo de construcciones es mucho mayor ahora. Solo en 2017 se concedieron 67 licencias para construcción de piscinas en Torrevieja y otras tres fueron legalizadas.
