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Orihuela

¡Cuidado, que salgo del colegio!

Los escolares de La Murada comparten calzada con los vehículos por la ausencia de aceras en todo el perímetro del centro escolar

Peatones y vehículos comparten calzada, lo que supone un grave problema de seguridad. tony sevilla

Suena la campana y en cuestión de segundos decenas de niños y niñas se agolpan en el patio del Colegio Público Maestro Ismael García de la pedanía oriolana de La Murada. Deben esperar a que sus padres los recojan dentro, no pueden salir fuera porque no hay acera donde encontrarse con sus progenitores de un modo seguro. Ahora enfilarán el camino a casa en coche, donde los familiares hayan podido aparcar, algo que no es facil, o andando, si viven cerca de allí. Pero lo deben hacer con mucho cuidado, porque en el entorno del colegio de La Murada los peatones deben compartir calzada con los coches que circulan por ella, y estos últimos deben esquivar a su vez a los vehículos aparcados en los márgenes de mala manera.

Un caos en toda regla que se repite dos veces al día en horario escolar de verano y cuatro veces cuando deben regresar por la tarde los alumnos a clase. Y no hay policía que regule el tráfico, como pudo comprobar este diario. La falta de aceras es una de las quejas de las familias que llevan a sus hijos tanto al colegio como a la Escuela Infantil que está justo al lado. En esta última se sale directamente del centro a la carretera, por lo que los familiares deben primera asomarse para percatarse de que no pasa ningún vehículo antes de salir con los menores, muchos en carricoches.

Tampoco la señalización viaria está muy clara. Solo hay un paso de peatones y brillan por su ausencia las señales verticales, como la del límite de velocidad para advertir a los conductores que deben pasar despacio. La única señal visible es una de advertencia, pero no de la presencia del colegio, sino de «entrada y salida de camiones». Cerca de allí hay una empresa hormigonera.

«Nos jugamos la vida cada día, la nuestra y la de nuestros hijos, un día va a haber un accidente», comenta una madre, enojada, mientras agarra fuerte de la mano a su pequeño y enfila, andando, el camino a su casa mientras se arrima al muro del colegio porque pasan dos vehículos en distinta dirección en ese momento y todos no caben. Una curva cerrada, además, supone un peligro porque los coches no pueden ver si viene otro en la dirección contraria.

Vial

La pedanía de La Murada es, junto a San Bartolomé, la de mayor entidad poblacional del municipio de Orihuela, pero esto apenas se nota en inversión. Hace 10 años que está previsto en el Plan Especial de Reforma Interior (P.E.R.I.) de La Murada la construcción de un vial para unir la carretera CV-871 que comunica la pedanía con Albatera, con el colegio a través de la calle Ángel Hernández, donde se ensancharía la calzada, además de dotar a la zona de aceras de las que ahora carece.

Sin embargo, a pesar de las promesas políticas, nada se ha hecho. Precisamente esa calle es la más utilizada para acceder al centro educativo y su calzada, de doble dirección, es tan estrecha que no caben dos vehículos. En las horas de entrada y salida del colegio suele formarse allí un tapón considerable.

Los vecinos recogieron el pasado año casi mil firmas exigiendo al Consistorio la construcción del vial de acceso al colegio y la dotación de las aceras de las que carece, sin que haya obtenido resultado. Tampoco lo han tenido las quejas que han llegado al Ayuntamiento por la acumulación de basura y podas de los árboles del colegio que se limpiaron hace semanas y cuyos restos permanecen frente al centro escolar, en grandes bolsas, sin que el Consistorio los retire.

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