En pocas semanas cerrará sus puertas la unidad de hemodiálisis que presta servicio al Departamento de Salud de Orihuela, ubicada en la pedanía de San Bartolomé. El Hospital Vega Baja carece de esta prestación y su gestión está concertada con firmas privadas. Las instalaciones serán trasladadas a otras dependencias ubicadas en el centro de la ciudad de Orihuela debido a que se ha producido un cambio en la empresa adjudicataria. La reubicación conlleva que siete enfermeras y cuatro auxiliares se quedarán sin trabajo, mientras algunos usuarios critican que el servicio se aleja del centro de la comarca y vaticinan problemas de aparcamiento.

La unidad de hemodiálisis asiste en la actualidad a un centenar de pacientes de diferentes municipios de la Vega Baja. Está ubicada a un kilómetro del centro hospitalario y las nuevas dependencias se situan a ocho kilómetros, en la calle Médico Temístocles Almagro de Orihuela, junto al colegio Oleza. Se trata de un área urbana muy transitada en la que encontrar estacionamiento no resulta sencillo, mientras que la zona azul no es una opción para los pacientes porque deben de acudir a tratamiento cada dos o tres días y permanecer en el centro una media de cuatro horas. Todo ello alargará los desplazamientos a los usuarios que acudan desde municipios como Almoradí, Albatera o Rafal, entre otros. Algunos trasladaron a este diario que ya están sopesando alquilar plazas de aparcamiento para poder acudir a sus sesiones.

Según critica la actual plantilla del centro de hemodiálisis, el cambio de ubicación alargará los traslados en ambulancia de algunos pacientes que acuden al servicio en vehículos sanitarios. Señalan igualmente que la cercanía entre la actual Unidad y el hospital «es mínima y permite trasladar en menos de tres minutos a los pacientes que se complican durante las sesiones de diálisis, disminuyendo las situaciones de riesgo».

Analíticas urgentes

«Esta distancia hace posible que se realicen analíticas urgentes y transfusiones en esta Unidad, con lo que se optimizan recursos sanitarios y se ahorra dinero». Indican además que muchos de sus pacientes son ingresados en el centro hospitalario y se trasladan a la Unidad para la realización de sus tratamientos. Sin embargo, «el emplazamiento de la nueva Unidad en el casco urbano de Orihuela dificultará esta opción pues los traslados durarían quince minutos y la inestabilidad de los pacientes no lo permitirá en la mayoría de los casos». Es por ello que creen que a partir de ahora aumentará el número de ingresos en el Hospital de Elche «creciendo el gasto sanitario y la incomodidad para las familias».

La plantilla destaca además el perjuicio que se les ha causado con el cambio de empresa puesto que «hemos dedicado casi toda nuestra vida profesional a atender a los pacientes en hemodiálisis de este área sanitaria. Algunas de nosotras mostramos nuestro interés en seguir trabajando en diálisis aceptando las nuevas condiciones. Finalmente, la nueva empresa ha decidido prescindir de los servicios del 70% de la plantilla. Sólo van a contratar a cuatro enfermeras y dos auxiliares», esgrimen.

«Como consecuencia de la decisión de la Conselleria de dializar a un coste inferior al actual, nosotras, enfermeras y auxiliares altamente especializadas y con una amplia experiencia, nos quedaremos en el paro y con muchas dificultades para recolocarnos ya que nuestro trabajo nunca se ha baremado en la bolsa de trabajo de la Conselleria de Sanidad», asegura la plantilla de trabajadoras.