Un grupo de agentes de la comandancia de la Guardia Civil en Dolores será sometido a pruebas médicas para detectar posibles contagios de tuberculosis. Los afectados participaron en la detención de un ciudadano que presentaba síntomas de esa enfermedad infectocontagiosa al esputar sangre. Los efectivos no contaban en ese momento con ninguna medida de protección al carecer de guantes de látex y mascarillas y se tuvo que pedir ayuda a Protección Civil. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles se criticó ayer la carencia de esos materiales tan básicos para proteger a los agentes.

Los hechos sucedieron el pasado fin de semana, cuando se arrestó a un hombre magrebí sobre el que pesaba una orden de expulsión y se le trasladó al calabozo. Tras detectar los síntomas por posible tuberculosis se activó el protocolo previsto para estos casos aunque los agentes no pudieron protegerse desde el primer momento por falta de materiales, según indicaron desde dicha asociación, que recalcó que los guardias civiles llevaban largo tiempo reclamando esos guantes y mascarillas.

Los agentes trasladaron al detenido al Hospital Vega Baja, en Orihuela, y de allí se le derivó al Hospital General Universitario de Alicante, donde permaneció ingresado. Según pudo saber este diario, al detenido se le practicaron diversas pruebas y finalmente se determinó que no tenía la bacteria activa, aunque en el pasado sí había estado en contacto con él, de ahí que pudiera tener algunos órganos dañados y seguir escupiendo sangre. Aún así, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles se ha aconsejado que todos los agentes que participaron en dicho dispositivo sean examinados por un equipo facultativo para determinar si se han producido contagios. Mientras tanto han sido desinfectados los calabozos, el colchón y el coche en el que se trasladó al detenido. Tras el suceso, la comandancia ya ha recibido los materiales que venía reclamando.

Recientemente dos agentes de la Policía Local de Pilar de la Horadada sí se han contagiado de tuberculosis. Aunque los policías achacan ese hecho a una operación en la que se detuvo a un varón, desde Sanidad descartan que se hayan contagiado por esa vía porque el arrestado no tenía la patología activa.