La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vega Baja, en Orihuela, ha sido clausurada para ejecutar obras para renovar la red de climatización de dicho espacio y de los quirófanos. La actividad sanitaria ha sido reubicada en la Unidad de Recuperación Postanestésica. Refundir los dos servicios en un área común ha traído consigo inevitables molestias por tener que atender a los pacientes en un espacio mucho más reducido e incluso se ha activado un protocolo para trasladarlos a otros hospitales si fuera necesario, como ya ha ocurrido con uno de ellos. La situación se ha visto agravada por la aparición de goteras vinculadas a los trabajos de reforma.

Las obras de adecuación y remodelación de la UCI y los quirófanos se están ejecutando coincidiendo con el periodo estival puesto que conlleva menos actividad asistencial programada, según apuntaron ayer desde la dirección del centro hospitalario. Sin embargo, ello no ha impedido que surjan inconvenientes ligados a las obras. Algunos usuarios han criticado la falta de intimidad a la que quedan expuestos los pacientes que no pueden estar separados en boxes individuales, como están en la UCI. Además, se ha tenido que trasladar a ese nuevo espacio toda la maquinaria que se necesita para atender a los enfermos, con la consecuente reducción de espacio.

La situación se agravó hace unos días cuando se detectaron goteras en el falso techo. Los operarios que trabajan en la obra tuvieron que realizar agujeros para drenar el agua acumulada y disponer cubos para recoger el líquido, mientras los pacientes que precisan cuidados especiales fueron agrupados en un espacio todavía más pequeño hasta que al día siguiente fueron reparados los escapes de agua. Para ello se procedió a renovar la tela asfáltica que cubre el techo de la Unidad de Cuidados Críticos con tal de mejorar la impermeabilización. Si hubiera llovido en esos momentos, se habría tenido que desalojar a todos los ingresados, algo que por suerte no ocurrió.

Cuidados

Según se explicó ayer desde la dirección del hospital, se espera que los trabajos queden concluidos en septiembre. «Durante la previa planificación de las obras se adoptaron una serie de medias de actuación y previsión para asegurar la atención a los pacientes, sin menoscabar sus cuidados. Es por ello que actualmente los enfermos han sido trasladados al servicio de Reanimación, unidad anexa y comunicada directamente con la UCI y los quirófanos del centro, que permite la atención del paciente crítico y quirúrgico sin perjuicio para su salud y su asistencia», señalaron desde el hospital. Asimismo detallaron que dentro de las medidas planificadas y previstas, la dirección acordó con otros centros de la red sanitaria pública el apoyo en la atención a los pacientes críticos y quirúrgicos. Actualmente solo ha sido trasladado un paciente, «siempre siguiendo criterios médicos y de seguridad». En ese sentido quisieron «agradecer la compresión de los pacientes, familiares y profesionales ante los inconvenientes que las obras conllevan. Hay que destacar que para hacer de nuestro centro hospitalario un lugar de atención sanitaria y trabajo de calidad, humano y eficiente estás obras son imprescindibles para adecuar el centro en beneficio de todos». Las obras se están realizando en el marco del Plan de dignificación de las infraestructuras sanitarias impulsado por la Generalitat. El Departamento de Salud de Orihuela cuenta con un presupuesto de 7.456.529 millones de euros a invertir entre 2016 y 2019.