Los usuarios de la piscina municipal de La Murada no daban crédito el pasado domingo, cuando en la taquilla, al comprar sus entradas para entrar en la instalación, les advertían de que solo podrían sentarse en la parte de arriba ya que la de abajo, donde se encuentra el césped, estaba reservada para un evento privado. Ese evento no era otro que la celebración de la fiesta de cumpleaños de un encargado de la empresa adjudicataria de la gestión de las instalaciones deportivas del municipio, Clequali.

Así que, indignados, los usuarios de la piscina se fueron colocando en la parte de arriba e, incluso, en el muro más cercano a la piscina en busca de sombra y para tener una visión más directa del agua donde se estaban bañando sus hijos. Allí permanecieron de pie, mientras que los invitados al cumpleaños ocuparon su privilegiado sitio en el césped, que se encontraba acotado con un precinto en todo su contorno, pudiendo extender sus toallas.

El cumpleañero puso a disposición de sus invitados unos bancos de madera y hasta instaló un cenador en el césped. Incluso, este empleado de Clequali decidió abrir para uso personal la cantina, que lleva cerrada más de dos años ya que aún no se ha adjudicado. Allí pudo conservar mejor la comida y la bebida preparadas para celebrar con medio centenar de invitados su cumpleaños, que le puede salir muy caro. La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Orihuela ha abierto un expediente a la empresa adjudicataria de la gestión de las instalaciones municipales del municipio, Clequali, solicitándole un informe «exhaustivo y pormenorizado» sobre estos hechos que han sido denunciados en una red social por una usuaria de la piscina municipal de La Murada.

En el oficio remitido ayer a la empresa concesionaria, al que ha tenido acceso este diario, la Concejalía de Deportes le da un plazo de 72 horas para el envío de un detallado informe y exige a sus responsables que adopten «las medidas disciplinarias que correspondan» en el caso de que haya existido una extralimitación en sus funciones por parte del empleado que celebró el cumpleaños, «sin menoscabo de las acciones que tuvieren lugar, en el caso de que así se demostrasen, recogidas como obligaciones en la prestación del servicio en el Pliego de Prescripciones Técnicas».

Indignación

La usuaria de la piscina que ha denunciado en Facebook los hechos relata que, junto a unos amigos, acudió a la instalación el pasado domingo, como cada tarde, «cuando nos dice la chica que vende los pases que nos teníamos que subir arriba porque abajo estaba reservado para una fiesta de cumpleaños» e indignada, cuestiona que se use un espacio público para un evento particular. «Si quiere una piscina privada, que se vaya a una piscina privada», señala.

El edil de Deportes, Víctor Valverde, explicó ayer a INFORMACIÓN que su concejalía «actuó de oficio en cuanto tuvo conocimiento, el martes por la tarde, de los hechos denunciados por una usuaria en redes sociales» porque, insiste, «no hay ninguna queja ni denuncia realizadas por vía oficial». Calificó lo sucedido de «hecho aislado» y aseguró que «hay diferentes versiones y debemos escuchar a todos, incluidos los empleados de las taquillas que deben decir si recibieron alguna orden directa de un superior para decir a los usuarios que no podían sentarse en la zona que se había reservado y acotado».

Valverde quiso aclarar «que no se cerró el uso de la piscina en ningún momento» y a preguntas de este diario sobre la zona que se acotó con cintas para evitar que los no invitados al cumpleaños accedieran al césped, señaló que «quizá el empleado se excedió un poquito en la delimitación del espacio, como sucede con los que delimitan con toallas o con sombrillas una zona cuando van a la piscina o a la playa». Y puso de relieve que «hemos actuado con celeridad» y «queremos que se aclare lo antes posible para interponer medidas o sanciones, si se deben producir, y ya hemos pedido todas las explicaciones a la empresa sobre estos hechos que nos parecen preocupantes». El concejal, además, explicó que la Concejalía de Deportes ha contactado con usuarios asiduos a esa instalación municipal para aclarar la queja «que solo ha hecho una persona», insistió.

Para el PSOE, lo sucedido el pasado domingo en la piscina de La Murada es muy grave. Para la edil Carmen Gutiérrez «es indignante que las instalaciones municipales se usen de manera particular y no se puede consentir». La concejal socialista pide que se depuren todas las responsabilidades «porque parece que volvemos otra vez al cortijo, donde hago lo que quiero y como quiero, y esto no se puede dejar pasar sin tomar medidas, empezando por la Concejalía de Deportes», indicó.