La imagen del patrón de Bigastro, San Joaquín, recorrió ayer las calles de la localidad arropada por cientos de vecinos que no quisieron perderse una procesión muy especial. Este año se cumple el 225 aniversario de la llegada de la talla religiosa al municipio y los bigastrenses, que le profesan una gran devoción, celebraron juntos un ritual que se viene repitiendo desde 1793.

La talla religiosa fue portada a hombros por numerosos cofrades; tantos que durante el camino se fueron rotando para que todos pudieran colaborar en una procesión que emociona y recuerda un episodio importante para la historia de Bigastro. Fue el 28 de septiembre de 1793 cuando la imagen llegó a hombros de dieciséis labradores al paso de dulzainas, según recogen los escritos municipales.

Aunque la fecha de la festividad de San Joaquín fue cambiada por la Iglesia durante la segunda mitad del siglo XX al día 26 de julio, en Bigastro se sigue celebrando como antaño, el 16 de agosto.

Los actos para honrar al patrón se han sucedido durante las últimas semanas. Ayer, el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, presidió una eucaristía en honor a San Joaquín en el templo parroquial. Se trata de la misma iglesia que ha acogido una exposición de tallas de este santo llegadas desde diferentes puntos de la provincia y de casas particulares, según recordó ayer la alcaldesa, Teresa Belmonte.

La regidora acompañó a la comitiva durante el cortejo procesional en el que también se integraron las reinas y damas de fiestas y el pregonero. Como colofón, se disparó un gran castillo de fuegos artificiales y se proyectó una imagen conmemorativa del 225 aniversario sobre el templo.