Callosa de Segura volvió a volcarse con su patrón, San Roque. Es un santo muy querido y venerado por los vecinos del municipio y también por otros muchos residentes de la Vega Baja, sobre todo huertanos. Todos ellos acudieron ayer a acompañar al peregrino y celebrar así el día más importante de las fiestas de la localidad. La procesión de San Roque movilizó un año más a cientos de feligreses que iluminaron con velas el camino que va desde San Martín hasta la ermita para encomendarse al santo y pedirle que siga protegiendo a sus gentes y las cosechas. En la fachada de la iglesia de San Martín se proyectó un holograma de la Cruz de los Caídos en el mismo lugar donde fue retirada a principios de año en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Se trata del mismo holograma proyectado durante la pasada Semana Santa desde un balcón por una vecina, y que le ha acarreado una multa de 725 euros que fue notificada la pasada semana.

En el desfile participaron diferentes personas ataviadas con trajes de peregrinos, así como los principales cargos de las fiestas de Moros y Cristianos y la corporación municipal. Casi todos ellos habían pasado ya por la ermita del patrón pocas horas antes, porque desde las 4 de la madrugada y hasta las 11 de la mañana se oficiaron misas ininterrumpidas en el santuario. Aunque, como manda la tradición, casi todos ellos volvieron después para participar en la multitudinaria procesión. Pasada la medianoche, la SAM La Filarmónica ofreció un concierto en la Plaza de España para, después, celebrarse la Despedida del santo, un acto más festivo en el que se vuelve a subir a la ermita a ritmo de charanga y mientras los vecinos lanzan cubos de agua a los asistentes.