El Ayuntamiento de Torrevieja está dando los últimos pasos para poner en marcha la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El departamento de Urbanismo ya ha publicado el anuncio previo a la licitación de los trabajos, claro que el resultado no se verá a corto plazo. En principio está previsto que se demoren hasta 42 meses. No obstante, el cuatripartito que gestiona el consistorio se ha puesto como objetivo adjudicar la redacción del PGOU cuanto antes, en todo caso antes de que se agote la legislatura. Si así ocurre, el equipo de gobierno que coja las riendas del municipio tras las elecciones de 2019 heredará un proyecto inevitablemente encauzado.
Torrevieja cuenta con el Plan General sin revisar más antiguo de España para una ciudad de su envergadura. Entró en vigor en el año 1987 y desde entonces se han realizado 105 modificaciones y puntuales que han posibilitado la construcción de cerca de 150.000 viviendas recalificando terrenos. Ha sido una forma de trabajar que para el actual alcalde, José Manuel Dolón, ha servido para desarrollar un «urbanismo a la carta» plegado más a intereses particulares que al interés general de la ciudad. Para sacar adelante el nuevo proyecto, lo último que ha hecho el consistorio ha sido redactar una memoria justificativa en la que se explica que el Ayuntamiento carece de medios para poder revisar el PGOU, de ahí que se tenga que contratar a una empresa externa la redacción del Plan General Estructural y el Plan de Ordenación Pormenorizado, con una cuantía base de licitación de 515.218 euros.
Según la concejala de Urbanismo, Fanny Serrano, la memoria justificativa que ha sido publicada en la página web del Ayuntamiento es solo «un borrador» que no se convertirá en definitivo hasta que se apruebe en Junta de Gobierno, algo que pretende hacer antes de noviembre, aprobando igualmente el pliego -que aseguró que ya está redactado-, y la convocatoria de licitación.
Revisar el Plan General de Ordenación Urbana de Torrevieja era uno de los objetivos marcados en el pacto de gobierno sellado al principio de legislatura. El trabajo, según Serrano, se ha demorado más de lo deseado porque se han tenido que resolver cuestiones previas como elaborar el texto refundido que fue publicado en junio de 2016. Ya entonces se anunció que el proyecto global saldría a licitación antes de acabar ese año, si bien eso es algo que no se pudo hacer, siempre según la versión del gobierno, porque carecía de consignación presupuestaria, algo que ahora habría quedado solventado. Además, los pliegos para licitar el contrato se han revisado hasta en tres ocasiones. En opinión de Serrano, «no ha sido fácil porque el Plan General redactado en 1986 y que entró en vigor en 1987 estaba totalmente desnaturalizado por las sucesivas modificaciones».
Generalitat
Aunque en la memoria justificativa de la redacción de esos trabajos se apunta a un plazo de 42 meses, ello no significa que el nuevo Plan General estaría terminado en ese tiempo. Después tendría que superar todo el trámite administrativo en la Generalitat Valenciana, por lo que parece prácticamente imposible, incluso, que quedara aprobado de forma definitiva durante el siguiente mandato. Eso sí, el gobierno entrante tendrá que asumir que la redacción ya está en marcha o resolver el contrato y explicar por qué no se pone orden en un documento que no se ha revisado en más de tres décadas.
«Es un proyecto a largo plazo y tendremos que abrirlo a la participación ciudadana. Esperamos que para entonces esté constituido el Consejo Económico Social de la ciudad y participen universidades, colegios profesionales...», trasladó ayer el regidor. Para Dolón, «se trata de diseñar qué ciudad queremos contando con los vecinos».
