Callosa de Segura sigue con muchas ganas de juerga. El Chupinazo organizado por la filá «Desterraos» de la comparsa Caballeros del Cid congregó, durante la mañana de ayer, a más de 2.000 personas, la gran mayoría jóvenes, que dieron el pistoletazo de salida a las fiestas patronales y de Moros y Cristianos desde la ermita de San Roque. Este año se duplicó la asistencia y la Policía Local tuvo que limitar el acceso a la ermita porque, literalmente, no cabía nadie más.

Vestidos de blanco y con complementos (fajín y pañuelo) de los colores que representan a las distintas comparsas, los participantes comenzaron la jornada en los bares del Jardín Glorieta con desayunos «pamplonicas» en los que no faltaron los huevos fritos, la chistorra y las patatas, acompañado de una cerveza o de tinto de verano. De esta manera los jóvenes cogieron fuerzas para iniciar después el recorrido, acompañado por una charanga y batucada y cabezudos, hasta la ermita del patrón, donde se lanzó el chupinazo por parte del Piromante de este año, Francisco José Menargues, de la comparsa Caballeros del Cid, que encendió la mecha tras el saluda del «pregonero» de esta fiesta, Vicente Antonio Bañón, de la misma comparsa.

Agua

La fiesta se fue intensificando mientras se mitigaba el intenso calor con bebidas y a golpe de abanico, también con agua lanzada a los jóvenes que con alegría la recibían. Los más pequeños, mientras tanto, pudieron disfrutar con un castillo hinchable.

Ya por la tarde, a las 20.30 horas, se celebró la ofrenda de flores a San Roque, con las comparsas de Moros y Cristianos, autoridades, Majas, cargos, asociaciones y representaciones comarcales, hasta el santuario de San Roque. A medianoche se abrieron las kábilas y barracas festeras.

Para hoy está prevista la presencia de gigantes y cabezudos con la visita al Jardín Glorieta, a las 11 horas, y a las 20 horas tendrá lugar la retreta general de Moros y Cristianos hasta la Plaza de España.