Los presupuestos presentados la pasada semana por el gobierno de PP y Cs en Orihuela no han gustado a los partidos de la oposición, que los han criticado tras unos días estudiando las diferentes partidas. A pesar de que el alcalde, Emilio Bascuñana, los calificó de «los más sociales de la historia», este argumento no ha convencido ni a PSOE ni a Cambiemos que ayer no se ahorraron calificativos para definirlos.

Para los socialistas, los presupuestos para 2018, que ascienden a 80,3 millones de euros, «son los más perversos a nivel social y de inversión de toda la legislatura», dijo la portavoz del PSOE, Carolina Gracia. De hecho, una de las 40 enmiendas presentadas a los mismos por este partido, es a su totalidad. «Pedimos su devolución ya que a pesar de que votaran en contra, este proyecto adolece de cuestiones formales y técnicas que desde el PSOE seguiremos denunciando», señaló Gracia. Para la socialista el presupuesto «es una imagen de Bascuñana, un fraude para la ciudadanía que creía que el proceso de presupuestos participativos se vería reflejado en estos presupuestos y lo cierto es que el equipo de gobierno ha preferido aumentar el gasto corriente antes de destinar el dinero a esas peticiones».

Desde el PSOE aseguran que el descenso en casi 3.350.000 de euros con respecto al de 2017 se debe a que las partidas que se referían a algunos ingresos «estaban cifradas muy por encima de lo que las liquidaciones de año en año reflejan que después se ingresa y no porque las inversiones se financien fuera del presupuesto como han vendido». En sus enmiendas piden reducir en 4,6 millones el gasto corriente.

Por su parte, Cambiemos calificó los presupuestos de «continuistas» y «chapuceros». Continuistas en la medida en que, a su juicio, «insisten en las mismas políticas locales que dieron lugar a la crisis», dijo su portavoz, Karlos Bernabé, en tanto en cuanto aumenta la recaudación derivada del Impuesto de Construcciones mientras desciende ingresos en otras áreas. «Esto significa más dependencia económica de la especulación urbanística», dijo el edil quien añadió que representan un modelo de ciudad «injusto e insostenible». Para Bernabé, el documento es «chapucero» porque «se abusa de categorías genéricas, no se especifica el gasto e incluso se hace un copia-pega en algunas áreas».