Los casi 300 vecinos de la Urbanización Montepinar de Orihuela, donde abundan los chalets, tienen un elemento en sus viviendas que solo sirve de «adorno» porque llevan sin poder utilizarlo casi 6 años. Nos referimos a los buzones. Correos dejó de prestar el servicio en esta zona separada del casco urbano por la Sierra de Orihuela en 2012. Desde entonces allí no suben los carteros, algo que está causando no pocas molestias a sus vecinos, que además, deben soportar las inconveniencias de vivir en una urbanización aún no legalizada al estar incursa en un Proyecto de Reforma Interior que lleva cinco años de retraso.
Algunos de los vecinos nos abren los buzones para que comprobemos que dentro, aparte de telarañas, y algún folleto publicitario, no hay nada más. Esto no quiere decir que no reciban cartas como los demás. Sí las reciben, pero para recogerlas deben acudir a la céntrica oficina de Correos de la Plaza Nueva de Orihuela, a 7 kilómetros de la urbanización y sin transporte regular. «Aquí hay muchas personas mayores que no pueden bajar a recoger sus cartas, porque tienen problemas de movilidad y no tienen medios, y necesitan que alguien les haga el favor de llevarles, el problema es que como no saben si tienen correo o no a veces el desplazamiento es en balde y otras veces reciben avisos de un juzgado o de las administraciones o de recibos que deben pagar y no se enteran de que han llegado esas cartas, con el problema que supone».
El que denuncia la situación es el presidente de la Asociación de Vecinos de Montepinar, Manuel Suárez, quien ya ha enviado hasta 3 escritos al Ministerio de Fomento y a Correos y Telégrafos de España. Suárez expone que el servicio se venía prestando con normalidad «y sin justificación alguna, de un día para otro, se eliminó mientras que se sigue prestando en la pedanía de El Escorratel, a la que pertenece la urbanización, y en la de La Matanza, que está al lado, cuando en Escorratel hay menos residentes que en Montepinar», critica.
Suárez no entiende el por qué los carteros llevaban las cartas hasta 2012 cuando el número de habitantes era menor, no existía ni pavimentación y sí siguen llegando las cartas remitidas con certificado y acuse de recibo. «Entendemos que la decisión que se adoptó en su día no solo es arbitraria, sino que no cumple con los requisitos necesarios que pueda evaluarse la discriminación sufrida por ciudadanos que residen a un kilómetro y medio donde sí acuden los carteros todos los días».
Vulneración
Los vecinos de Montepinar denuncian que se está vulnerando la Ley Reguladora del Servicio de Correos que establece la regulación de los servicios postales con el fin de garantizar la prestación del servicio postal universal para todos los usuarios. La misma establece que es un servicio público que se debe prestar independientemente de la densidad de población.
«Nunca debe ser la rentabilidad la que deba imperar en un servicio público como éste, tal como en ocasiones, de forma verbal, se nos ha dicho por funcionarios adscritos a dicho servicio», indica Suárez, quien espera que el Ayuntamiento de Orihuela medie para que vuelvan a poder recibir la correspondencia en sus domicilios.
