La difícil relación que suele haber entre quienes gobiernan en un municipio y su policía local, un colectivo con una serie de necesidades diferentes a las del resto de funcionarios, se hace muy evidente en la Vega Baja, donde sus localidades costeras multiplican exponencialmente su población en verano. Una de las principales quejas es la de la falta de efectivos, que no son pocos, que deben hacer. Uno de esos municipios donde es muy clara la escasez de agentes es Guardamar del Segura. Allí solo una patrulla con dos agentes debe atender a una población que en verano multiplica por cinco la habitual.

Así lo denuncian los sindicatos UGT, CSIF y SPPLB, que aseguran que los agentes se las han visto y deseado para garantizar la seguridad durante las fiestas patronales del municipio. Los sindicatos aseguran que el Ayuntamiento está haciendo uso de policías interinos para funciones de seguridad ciudadana, algo que contraviene la vigente legislación en la materia, ya que estos agentes no pueden disponer del arma reglamentaria. El uso de interinos es una constante en las policías locales para realizar funciones que no les corresponden, como ha estado sucediendo durante mucho tiempo en Orihuela, hasta que hace unas semanas el jefe de la Policía Local decidía trasladar a los interinos que estaban realizando labores de seguridad ciudadana a otras que sí pueden hacer como las administrativas o la regulación del tráfico, todo tras enfrentarse a la edil del área, Mariola Rocamora, que se mantiene firme en no aceptar las reivindicaciones de los agentes que piden mejoras en material y laborales.

Falta de previsión

En el caso de Guardamar, además, los policías aseguran que el Ayuntamiento está haciendo uso del personal de Protección Civil para cubrir posiciones en vía pública que, a juicio de estos, son de dudosa legalidad y que deberían ser competencia y función de la Policía Local. Los sindicatos aseguran que «la falta de planificación y previsión en materia de personal, unido a las jubilaciones, paso de agentes a segunda actividad, agentes que se marchan en comisión de servicio a otras localidades debido a las pésimas condiciones laborales del nuestro, defunciones y bajas, y la no reposición de estas vacantes con nuevos efectivos, ha derivado en una situación insostenible, en la que se pone en grave riesgo tanto la seguridad de las intervenciones, como la prestación de un servicio suficiente y de calidad al ciudadano».

Esta situación ha dado paso a un creciente malestar entre la plantilla de Policía local de Guardamar del Segura, ya que a la falta de efectivos con los que atender los muchos servicios que se generan diariamente, se suma, según los sindicatos, «la falta de cumplimiento de los acuerdos alcanzados, que se dilatan en el tiempo y no llegan a materializarse». Por ello, solicitan «urgentemente» al Consistorio la adopción de medidas que consigan paliar esta situación.

Decreto

No están en mejor situación los policías locales de Pilar de la Horadada. Allí, el conflicto que mantienen los agentes con el edil de Seguridad Ciudadana, Tomás Saura, se ha extendido al alcalde de la localidad, el socialista Ignacio Ramos, tras el decreto que ha firmado esta semana para obligar a trabajar a más de 20 policías locales durante 12 horas seguidas, ya que estos mantienen su decisión de no hacer horas extra.

Así lo denuncian los sindicatos con representación en el Ayuntamiento, SPPLB, SIPOL, UGT, CC OO, SEP y CSIF. El «decretazo» ha encendido, aún más, los ánimos de la plantilla policial que denuncia que el evento que el Ayuntamiento pretendía que se cubriera con un amplio dispositivo «era previsible y habitual, y una competencia exclusiva de los cuerpos estatales como es la seguridad ciudadana» y anuncian que será recurrido por todos los sindicatos policiales de la Policía Local de Pilar de la Horadada después de ser cumplido.

Ese evento se celebró en Orihuela Costa, concretamente en Campoamor, organizado por una conocida discoteca que lo hace todos los años. Según los sindicatos, el decreto que obligaba a trabajar a los policías locales fue notificado con apenas unas horas de antelación, por lo que muchos de los agentes tuvieron que dejar el cuidado de sus hijos a padres y familiares. Además, se dio la circunstancia de que una equivocación en la fecha del evento que se pretendía cubrir, hizo que «todos los policias convocados no hiciesen nada en todo el servicio que se les obligó a realizar, porque no fue nadie a la fiesta». «El despropósito y la improvisación campan a sus anchas en la concejalía de Tomás Saura», denuncian los sindicatos.