La CHS instó a los regantes a instalar los sistema de retención de flotantes sin aportar indicaciones técnicas, y cuando los Juzgados de Aguas no cuentan con personal ni capacidad para abordar la obra. Un dispositivo que si es automático, con una cinta transportadora, requiere de una inversión mínima de unos 40.000 euros. La CHS tampoco considera en su petición qué gestión debe realizarse de esos residuos. Es decir, quién es el responsable de retirarlos y dónde se eliminan o valorizan. Algo que correspondería, en parte, a los municipios por los que discurren acequias y azarbes de los Juzgados de Aguas. Pero ningún ayuntamiento de la huerta contempla en los pliegos de sus servicios de recogida de basura una gestión «extra» de residuos del río. Es decir, la orden de la CHS obligaría a modificar esos contratos o buscar otras fórmulas imaginativas y legales para gestionar esa retirada -solo en el caso improbable de que los ayuntamientos se comprometieran a recoger esas basuras-. En estos momentos solo hay una rejilla retención de flotantes en Guardamar del Segura. También se ubicó otra en Puertas de Murcia, el límite murciano con Orihuela. No está claro si está operativa.
