La ocupación turística en la Vega Baja es difícil de estimar porque depende casi exclusivamente de la oferta de alojamiento en apartamentos, la mayoría fuera del control de la administración. Los únicos datos que dan dimensión de un incremento o descenso objetivo en esa ocupación son los de generación y recogida de residuos y el suministro de agua. Y esos apuntan a un incremento sustancial de la ocupación con respecto a julio del año pasado en Guardamar, Torrevieja, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada.
En especial, en el caso de Torrevieja -con 220.000 plazas de alojamiento potenciales en apartamentos turísticos. . En el primer caso Torrevieja, ha registrado un incremento de generación de residuos del 8,7% durante este mes de julio con respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos que maneja el área de Turismo del Ayuntamiento de Torrevieja, que dirige Fanny Serrano. Se ha producido además un incremento muy sustancial del consumo de agua, un 8,4%. En julio de 2017 se distribuyeron 875.000 metros cúbicos y este año, para el mismo periodo, y cuando no ha terminado el mes 1.185.000 metro cúbicos, según la misma fuente. «A Torrevieja no le afecta la recuperación de los mercados turísticos del norte de África y Turquía, que este año están siendo muy agresivos, porque nuestra oferta continúa siendo residencial. Y se va incrementando año tras año», explicó Serrano. «Lo importante es que vamos mejorando nuestra oferta complementaria y ofreciendo algo distinto a lo que viene siendo tradicional, el sol y playa», agregó.
Por su parte, la concejala de Turismo de Orihuela, Sofía Álvarez (PP), seña que el índice de ocupación en establecimientos hoteleros y apartahoteles de la ciudad ha alcanzado el 85% durante el mes de julio.
Sector hotelero
Según su valoración, la actividad turística se está desestacionalizando y así lo demuestran los datos de los últimos meses. En mayo y junio de 2018 el nivel de ocupación fue un 20% superior al del año anterior, y el nivel de reservas para el próximo septiembre también está superando ya al de 2017. Sin embargo, las reservas para agosto todavía no han alcanzado cifras del pasado año, que rondaron el 90%. «Influyen muchas variables, pero una de ellas es que los visitantes ya no solo llegan en julio y agosto, sino que lo hacen antes y después para evitar la masificación y porque los precios son más económicos», consideró la edil. Algo que confirma presidente de la Asociación de Hoteleros Alicante Sur, Vicente Medina, que agrupa a los principales hoteles de la comarca. La ocupación media de los hoteles asociados -que ofertan en torno a 4.500 plazas- durante el mes de julio de 2017 fue del 88%. Mientras que este mismo mes en 2018 ha bajado tres puntos y se sitúa en el 85%. Las reservas de cara al mes de agosto se están haciendo esperar.
Medina explica este fenómeno en varios factores: en primer lugar la competencia de Turquía como destino este año es feroz, con precios muy competitivos que arrastran a escandinavos, británicos y franceses. También está la desestacionalización de los periodos de vacaciones del turismo nacional. «Ahora la gente puede distribuir sus vacaciones en meses distintos al de agosto y aprovechan para escoger periodos más económicos».
El alcalde de Guardamar, José Luis Sáez (PSOE) explicó que las sensaciones son «muy buenas, en el sector de la hostelería y el comercio local» este año con consumos mayores que en el mismo periodo del año anterior.
