Un coche "aterrizó" ayer en patio de la fachada del Instituto Las Lagunas de Torrevieja, tras superar la valla perimetral, un carril de servicio y dos medianas de la Avenida de Las Cortes Valencianas. El vehículo de alta gama, conducido por una mujer, circulaba sobre las 9.50 horas de la mañana por la Avenida de las Cortes Valencianas en dirección salida a Alicante de la N-332, cuando por motivos que se desconocen la conductora perdió el control de vehículo.

La Policía Local está intentando detallar las circunstancias en las que se produjo el extraño siniestro, que dejó el coche a más de 20 metros del carril por el que circulaba y en el patio del centro educativo orientado en sentido contrario al que transitaba. La conductora resultó ilesa.

El accidente se produjo cuando el coche ya había dejado atrás la polémica rotonda ilegal de la avenida de las Cortes Valencianas, que el Ayuntamiento tiene en trámite de demolición desde hace años. En estre tramo el vial está situado aproximadamente a un metro de altura sobre la rasante del instituto. El coche rebasó la mediana de la avenida, con un bordillo de más quince centímetros. Después la mediana que delimita la avenida y su carril de servicio -jalonado con palmeras-; el propio carril de servicio; la acera del instituto y la valla perimetral del centro público; además de llevarse por delante un árbol de la zona ajardinada de esa valla. El mismo lugar donde el coche "paró" es utilizado durante el curso por docenas de alumnos como patio a la misma hora en la que se produjo ayer el accidente. El IES Las Lagunas es el más grande de Torrevieja. Cuenta con 1.200 alumnos con turno de clases nocturnas.

Peligrosidad

La comunidad educativa de este centro lleva muchos años advirtiendo de la peligrosidad de este tramo de la Avenida de las Cortes Valencianas, antigua carretera N-332, que se elevó todavía más sobre el terreno, primero para duplicar sus carriles en los años noventa y luego para dar cabida a una rotonda declarada ilegal por el mismo Ayuntamiento que no paralizó su construcción en el año 2000, y la tiene abierta al tráfico a la espera de adjudicar el derribo, después de intentar sin éxito reclamar el coste a la empresa infractora, JOST, ahora desaparecida.