Las marchas festeras sonaron ayer más alto que nunca en el gran Desfile Infantil de Moros y Cristianos celebrado en Orihuela. Con la puesta de sol, más de un millar de niños y jóvenes tomaron las riendas de la Reconquista y demostraron que les sobran ganas e ilusión para despertar el aplauso del público. Los cabos dirigieron las filas que avanzaron con paso firme al ritmo que fueron marcando las bandas de música, que este año se han potenciado para hacer más espectacular una cita que cada año despierta más y más expectación.

Las tropas cristianas fueron las primeras en iniciar su camino agrupadas en sus ocho comparsas, luciendo elegantes trajes y vistosos maquillajes que nada tienen que envidiar a los de los mayores. Después, las huestes moras con sus 10 comparsas, desde la calle Ocarasa y hasta finalizar en la Plaza de Alfonso XIII. No faltó, por supuesto, el boato. Los pequeños estuvieron acompañados por los cargos festeros de este año, la Armengola, Mercedes Andréu, y los embajadores cristiano y moro, Isidro Hernández y Enrique Riquelme, así como miembros de la Junta Central presidida por Pepe Vegara. Fue precisamente él quien explicó que desde la asociación se ha puesto el foco este año en aumentar las bandas que participan en el desfile, que contaron ayer con más músicos que nunca.

Serán los adultos quienes tomarán el relevo de los desfiles con la Entrada Cristiana que tendrá lugar el viernes y la Entrada Mora que se celebrará el sábado.