Orihuela tiene muchas ganas de fiesta, y así lo demostraron ayer los miles de oriolanos que no quisieron perderse el que es el pistoletazo de salida a unos intensos días. Este año, los actos de las Fiestas de La Reconquista y de Moros y Cristianos se juntan en una semana, lo que los hace más intensos.

Los comparsistas, vestidos de media gala, participaron en el homenaje anual a las Santas Justa y Rufina, agasajando con flores a las copatronas de la ciudad, las que, según la leyenda, iluminaron la noche para ayudar a los oriolanos, a través de la Armengola, a acabar con la invasión musulmana.

Desde la Glorieta Gabriel Miró, los festeros iniciaron el recorrido escoltando a la heroína de la Fiesta, la Armengola Mercedes Andreu, quien desfiló acompañada de los embajadores cristiano y moro, Isidro Hernández de la comparsa Caballeros de Tadmir y Enrique Riquelme de los Moros Viejos de Abén-Mohor, respectivamente.

Tras la visita a la iglesia parroquial de las Santas Justa y Rufina, los festeros trasladaron las tallas religiosas hasta la Catedral de El Salvador. Al finalizar, se inauguraron los distintos cuarteles y kábilas.