La pelota está en el tejado de quien la lanzó ayer. El PSOE oriolano movió ficha a primera hora de la mañana anunciando públicamente que compartía con Cambiemos y Ciudadanos su propuesta de moción de censura para desbancar al alcalde popular Emilio Bascuñana de la Alcaldía. El motivo principal: la confirmación en boca de la consellera de Sanidad en las Cortes Valencianas de que la Generalitat «no tiene constancia» de que Bascuñana acudiera en su día a trabajar en un puesto asignado en ese departamento, pero sí cobró por ello. Una situación que se habría prolongado durante cuatro años, y que el primer edil asegura que puede explicar, sin haberlo hecho. Cambiemos dijo que sí de forma casi inmediata, aunque su asamblea lo refrendó horas después.

Por la tarde, Juan Ignacio López Bas, como portavoz de Cs, respondía que no veía con malos ojos el descriptivo documento socialista dado a conocer por la edil Carolina Gracia para gobernar durante los próximos nueve meses. Con una salvedad. La formación no entregará la Alcaldía a los socialistas. O, lo que es lo mismo, sería López-Bas quien «inexorablemente» encabezaría ese Gobierno local como primer edil. Hoy a primera hora le toca responder al PSOE, aunque todo apunta a que no aceptará el envite naranja.

La propuesta del PSOE local «se hace a lo Pedro Sánchez», en palabras de Cs, porque se pone sobre la mesa sin tener amarrados los apoyos. Con una diferencia sustancial con la que se vio en el Congreso de los Diputados. Requiere el respaldo de la formación naranja para lograr la mayoría absoluta. El PP cuenta con 11 concejales. Esa mayoría se la dan ahora y desde hace tres años los tres ediles de Ciudadanos. Los ocho ediles del PSOE y los tres de Cambiemos suman once. Además, está el voto de la edil Pepe Ferrando, de Foro Demócrata. Cs es la llave más que nunca. La iniciativa socialista, con pocas posibilidades desde el principio de contar con el respaldo final de Ciudadanos, sí parece orientada a forzar la salida de Cs del Gobierno popular de Emilio Bascuñana -muy tocado-, dejarlo en minoría y dividir, más si cabe, a las filas del PP.

El documento socialista fija unos «objetivos mínimos» a alcanzar en lo que queda de mandato, con las premisas, entre otras, de conformar un Gobierno «limpio y estable, fuera de escándalos», «situar las necesidades de la ciudadanía en el centro de la gestión política» y a nivel a nivel presupuestario «ejecutar las inversiones pendientes presupuestarias». Otro de los objetivos es conformar un Gobierno local «feminista» y «comprometido con la igualdad». El actual primer teniente de alcalde, Juan Ignacio López-Bas, anunció que la agrupación que preside «no entregará la Alcaldía al PSOE, pero le invitamos a entrar en un Gobierno de unidad bajo el liderazgo de Ciudadanos hasta los comicios de 2019».

PSOE y Cambiemos han exigido machaconamente la dimisión de Bascuñana, deslizando que Ciudadanos mantendría al primer edil popular en su cargo y no aceptaría la censura. Algo que obligaba a Cs a buscar una forma menos convencional, más creativa, de decir «no». López-Bas anunció que «podría ser asumido por Cs si realmente el PSOE oriolano está dispuesto a negociar la conformación de un Gobierno alternativo al actual de Orihuela y no a un mero cambio de sillas».

López-Bas aclaró que aceptar la moción «pasaría inexorablemente por que la Alcaldía la ostentara Cs dada nuestra condición de partido de centro, más próximo a la sensibilidad política de la mayor parte de los vecinos de la ciudad y al hecho de haber estado asumiendo los últimos años responsabilidades de Gobierno y ser partícipes activos de la elaboración de los presupuestos para 2018 y del importante y necesario plan de ejecución de inversiones acordado por el equipo de gobierno actual».

El mantenimiento de las inversiones «es otra de las condiciones innegociables de cara a alcanzar algún acuerdo con los socialistas», dijo López-Bas, que incluso contempla «la conformación de un Gobierno de unidad en el que estén presentes las fuerzas del arco plenario con PSOE, Cambiemos y PP, si así lo desean» -se olvidó de Ferrando-. Para Cs, el PSOE «no puede plantear dirigir un Gobierno que no ganó en las urnas -el PSOE logró 8 ediles y Cs, 3 actas- y al que no se ha hecho merecedor en tanto que se ha opuesto sistemáticamente al modelo de acción de gobierno». Según López-Bas, «vemos una copia absoluta en la pretensión de la portavoz socialista Carolina Gracia de hacer en Orihuela lo que Pedro Sánchez ha hecho a nivel nacional: alcanzar el poder a costa de cualquier cosa. Nuestra oferta es seria, firme y en términos de colaboración, no de exclusión».

Imperativo ético

Por su parte, el coportavoz de Cambiemos, Carlos Bernabé, explicó que en el «caso Bascuñana» se ha pasado en unas semanas de la solicitud de explicaciones a la exigencia de dimisiones. Cambiemos cree que la moción de censura «es un imperativo ético, moral y político dada la situación en la que se encuentra nuestro municipio». Bernabé calificó el documento con la propuesta del PSOE como «de más que suficiente», cuando recoge elementos en materia de «feminismo, patrimonio artístico, ecologismo y urbanismo», entre otros.