Una mujer de 56 años resultó herida muy grave en la noche del domingo al lunes por traumatismo craneoencefálico. Recibió en la cabeza, cuello y espalda el impacto de varios cascotes que se desprendieron desde la fachada de un edificio situado en la avenida del Malecón del Soto del Río en Rojales.

La vecina, que reside en la ciudad desde 2016, se encontraba sentada junto a su pareja en la terraza exterior de una cafetería ubicada justo debajo de esa fachada. Recibió el impacto de varias piezas de ladrillo caravista de la segunda planta, que se desprendieron desde unos 7 metros de altura. Esta calle, está situada junto a la ribera río Segura, en el centro del casco urbano, y las terrazas de restaurantes y cafeterías de esta zona estaban repletas de público durante la noche y la madrugada del domingo la ciudad acogía el principal desfile de las fiestas de Moros y Cristianos-.

Según el Consorcio Provincial de Bomberos sobre las doce de la noche se recibió el aviso. A la intervención acudieron efectivos del parque auxiliar de Almoradí. También una unidad del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU). La asistencia médica trasladó a la herida al Hospital Universitario de Torrevieja, tras ser estabilizada. Bomberos y Policía Local, que acudieron en primer al lugar del accidente, indicaron que la mujer se encontraba inconsciente y sangraba por la cabeza. La herida fue ingresada en Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital, «con traumatismos craneoencefálicos» y «su pronóstico es muy grave», según confirmaron a INFORMACIÓN fuentes del departamento de Torrevieja Salud. La mujer ha sido sometida hoy a una intervención quirúrgica.

La Policía Local precintó toda la zona, mientras que los bomberos intervinieron para sanear la fachada que todavía no se había desprendido y que amenazaba con caer a la vía pública. La intervención de los bomberos concluyó sobre las 12.45. El edificio se levantó hace una década, según fuentes municipales y no hay abierto expediente alguno de peligrosidad por antecedentes de desprendimientos, ni denuncias por desperfectos en la fachada pública.

Los bomberos de Almoradí volvieron ayer por la mañana a Rojales para reasegurar y sanear la fachada para evitar nuevas caídas de cascotes. El vial, ocupado durante las fiestas por tres terrazasa, se mantuvo cerrado al paso de peatones. En el momento de producirse el accidente la mayor parte de estas tres terrazas se encontraban repletas de público.