Los niños y niñas ingresados en el Hospital Vega Baja tienen ya motivos para hablar de dos tipos de superhéroes. Por un lado, sus médicos, que hacen todo lo que está en su mano, y más, para que su estancia allí sea la menor posible; y, por otro, otros no de carne y hueso, sus personajes favoritos de ficción que desde hace unos días les acompañan en sus días y noches en el centro hospitalario al cubrir sus bolsas de medicación. Se trata de un proyecto que surgió en el Centro Oncológico del Hospital A.C. Camargo en São Paulo (Brasil) y que el centro hospitalario de la comarca ha cogido rápidamente la idea. El hospital ha recibido una donación de carcasas con motivos infantiles que cubrirán las bolsas de medicación de los más pequeños gracias a esta iniciativa solidaria.

Fue el padre de un niño enfermo de leucemia quien, tras ver en las redes sociales la iniciativa del hospital brasileño, lanzó un tuit para saber dónde podía conseguir una carcasa para su hijo. Tras este llamamiento, un numeroso grupo de personas con impresoras 3D de toda España respondieron ofreciendo ayuda para elaborar estas carcasas, creando así una comunidad solidaria denominada «Maker». Estíbaliz Martínez y José María Fernández del Viejo son los responsables de impulsar y trasladar esta idea solidaria a la Vega Baja. Gracias a sus ganas de ayudar y aprender ha sido posible que esta idea global llegue al Hospital de Orihuela y que un total de 22 menores ingresados en la unidad de Pediatría compartan su día a día con Spiderman, Batman, Hello Kitty, la Patrulla Canina o Frozen.

La experiencia personal de Estíbaliz ha estado marcada por un contacto estrecho con el mundo hospitalario por su salud. «Cuando conocí esta iniciativa me vi de alguna manera atraída y volviendo a mi niñez y a mi presente, haciéndome esta pregunta: ¿y si cada vez que he estado ingresada, desde mis 12 años hubiera tenido una oportunidad como ésta?», cuenta. Ella contactó con la comunidad de Maker (Cajas superhéroes) y recopiló toda la información necesaria para poder implicarse en la iniciativa. «Tengo una impresora 3D y conocimientos de diseño e impresión, así que me animé y empece con mis diseños», explica.

José María colabora con ella en la creación de las cajas aportando el filamento, imprimiendo para poder crearlas y proporcionar el medio de transporte y accesorios para llevar hasta el hospital las cajas. «Este proyecto es realmente una cosa que me ilusiona, que me gusta, me motiva y me mueve y hace sentir al pensar en todos los niños y niñas que van a disfrutar de estas cajas», comenta José María. «Saber a quién beneficia y la importancia de tu colaboración es una gran recompensa», destaca.

Preparadas

Algunas de las carcasas, incluso, están preparadas para poder entrar en la sala de Rayos X o en las resonancias magnéticas porque no llevan nada metálico. Y sus impulsores se ofrecen a los padres de niños con enfermedades crónicas que necesiten aparatos médicos en su casa a hacerles una carcasa con su personaje preferido. Los impulsores hacen un llamamiento para que todos aquellos que dispongan de una impresora 3D colaboren en el proyecto. De hecho, algunas de las cajas impresas son aportaciones de «Makers» españoles a la iniciativa de la Vega Baja. «Toda persona con las herramientas necesarias y que quiera participar puede aportar la creación de estas maravillosas cajas para arrancar una sonrisa a los más pequeños, incluso a sus familiares, porque la ilusión es algo común», señala José María.

La entrega de las carcasas ha comenzado en el hospital de Orihuela, por la cercanía con los impulsores del proyecto y su vinculación al centro. «La idea es que pueda ser extensible a más centros e involucrar a todo el que quiera participar con su creaciones y tengas las herramientas necesarias para imprimir cajas», matiza Estíbaliz.

Son un total de 22 las cajas que se han hecho entrega en el Servicio de Pediatría del hospital con el objetivo de mejorar y hacer más divertido los tratamientos farmacológicos intravenosos de los más pequeños. El director de enfermería del Hospital Vega Baja, José Francisco García, destaca que este tipo de iniciativas «favorecen la creación de un entorno diferente para los niños, y junto con ésta y la decoración del servicio con las paredes pintadas de colores simulando un bosque, gracias a la UMH, el hospital apuesta por espacios más humanos donde los más pequeños encuentren un entorno amable y divertido».