La flota pesquera seguirá en su ubicación tradicional. La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha modificado el texto de la delimitación de los espacios y usos portuarios (DEUP) del puerto de Torrevieja atendiendo las alegaciones de la Cofradía de Pescadores, que rechazó trasladar su actividad al dique de Poniente. La nueva propuesta permitirá mantener las embarcaciones muy cerca de su actual emplazamiento aunque con algunos cambios. El más significativo incluye liberar la zona de atraque junto a la lonja, lo que permitiría disponer allí los museos flotantes. De esa forma, los barcos de pesca podrán operar frente a la fábrica de hielo y también en el muelle de abrigo donde están ahora los citados museos.
Compatibilizar el uso turístico y el pesquero es uno de los objetivos que persigue la reordenación del espacio portuario. El documento, obligado por la ley de Puertos, recoge que el tipo de pesca tradicional practicado en el puerto de Torrevieja «constituye cada vez más un atractivo turístico muy típico de los puertos mediterráneos» y estima que en la nueva ubicación propuesta «se permite el desarrollo de la perspectiva turística de la pesca tradicional pero dotada de un espacio que permita evitar interferencias con el resto de actividades portuarias que le son ajenas y con las que tiene importantes interferencias de accesibilidad, ruidos o residuos». Con ello, se incluye la necesidad de liberar del uso pesquero la zona de pertrechos y la lonja actual, que deben reubicarse. Para ello se reserva un espacio en el entorno de la actual fábrica de hielo.
Cultural y recreativo
Con toda esa configuración quedaría libre un espacio de 185.270 metros cuadrados que se podría dedicar a «usos compatibles». Incluye el terreno en el que está ubicada la feria, la zona de aparcamiento y la lonja actual. Esa superficie se podría dedicar a dotaciones «culturales, deportivas, educativas, recreativas, certámenes feriales, exposiciones y otras actividades comerciales no portuarias que favorezcan el equilibrio económico y social del puerto de Torrevieja», según estima la Conselleria. Sin embargo, en este documento no se protege de forma expresa el edificio de la lonja, de mediados de los 50, y que el grupo de Izquierda Unida había pedido preservar para uso cultural. Así, la futura propuesta de ese inmueble no queda definida de forma expresa en el documento.
El nuevo planteamiento para reordenar los usos del puerto de Torrevieja todavía no es definitivo y la Conselleria ha abierto un plazo de 20 días para que los interesados puedan formular nuevas alegaciones. El director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, señaló que la perspectiva económica de este espacio hace considerar que es el momento oportuno para delimitar el uso del puerto de Torrevieja a fin de «garantizar un desarrollo de la actividad portuaria acorde con las posibilidades que brinda». De esta forma, las decisiones que se vayan adoptando «serán coherentes con un modelo de puerto preestablecido al disponer de criterios para el desarrollo de actividades que conjugue las acciones propias de la Generalitat y las pretensiones de terceros respecto a la ocupación del dominio público portuario», añadió el director general.
Diversificar la actividad
El Ayuntamiento presentó hace meses a la Generalitat el borrador de un proyecto elaborado para la reordenación del puerto con la construcción de una nueva lonja en la zona de la fábrica de hielo y la remodelación de la actual para darle un uso relacionado con la diversificación de la actividad pesquera, ubicando junto al edificio el Pascual Flores, la patrullera Albatros y el Submarino Delfín. No obstante, hacer realidad estos cambios supondría un importante desembolso económico que todavía no se ha cuantificado ni se sabe cómo se financiará, aunque es posible que se puedan recibir fondos europeos. Aunque todo ello no se recoge de forma expresa en el DEUP, el documento publicado ahora sí sienta las bases para poder desarrollar esa configuración del puerto en el futuro.
