La asociación Vertivega está alarmada por la parálisis que, según asegura, se está produciendo en los trabajos de restauración del viejo vertedero de Proambiente, ubicado entre La Murada (Orihuela) y Abanilla (Murcia). El colectivo sostiene que existen dos grandes balsas repletas de lixiviados que el ejecutivo murciano se comprometió a desmantelar antes de marzo de 2018, pero nada se ha hecho hasta el momento. Según calculan, en ambos estanques se acumulan 34.000 metros cúbicos de líquido contaminante procedente de la descomposición de la basura.

Una de las balsas contiene 4.000 metros cúbicos de lixiviados, siempre según Vertivega, y era utilizada por los anteriores gestores del vertedero. Desde 2015 existe un informe de la CHS que obliga a desmantelar esa instalación por su peligrosidad al estar ubicada en una rambla. El organismo de cuenca impuso una multa de 5.000 euros pero en la actualidad, tres años después, sigue en el mismo lugar. La segunda macrobalsa se construyó para albergar lixiviados durante el proceso de restauración de la zona pero el líquido, según dicen, está allí abandonado y no se ha drenado con la celeridad prometida, a pesar de que está contemplado en el proyecto de Murcia.

Basura enterrada

Desde Vertivega sostienen que la administración valenciana sí está trabajando en algunos puntos del viejo vertedero pero nada se está haciendo para sellar los dos vasos de residuos que se ubican entre ambas comunidades, lo que compete a ambos gobiernos. Tampoco se está trabajando en las fincas agrícolas en las que se enterraron miles de toneladas de residuos sin tratar mientras los hedores que emanan del basurero siguen causando graves molestias a los vecinos de La Murada y Abanilla. Los lixiviados se desparraman cada vez que llueve. Según el colectivo, el director general de Calidad Ambiental de la Comunidad Valenciana, Joan Piquer, sí los está atendiendo pero no ocurre lo mismo con su homólogo murciano, que los convocó a una reunión el jueves y, según critican, no apareció por allí. Al mismo le querían reprochar el hecho de que su partido, el PP, se abstuviera en una enmienda presentada por Compromís en el Senado para destinar 4,2 millones de euros del Presupuesto estatal a regenerar el vertedero. La propuesta no salió adelante por el voto negativo de Podemos y Ciudadanos. El PSOE también se abstuvo.